Para innovar, las empresas costarricenses del sector de servicios financieros, software , turismo y salud sacan dinero de su propio bolsillo, reinvierten las utilidades de la compañía o lo solicitan a algún socio.
Ese es el panorama que afrontan, según datos del Informe de Indicadores de Ciencia y Tecnología, presentados ayer, en el hotel Best Western Irazú, en La Uruca.
Así es difícil innovar, pero no imposible.
Con el objetivo de hacer una especie de radiografía de la innovación en el país para identificar fortalezas y debilidades, el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) aplicó, en el 2012, una encuesta a 360 empresas de servicios.
Aunque estas representan cerca del 60% de la producción nacional, esta es la primera vez en que se mide la innovación de este sector, destacó ayer el ministro de la cartera, Alejandro Cruz.
Se entiende por innovación la concepción e implantación de cambios significativos en un proceso productivo, un producto, la organización de una empresa o ajustes en el mercadeo de esta, con el propósito de mejorar sus resultados, define el llamado Manual de Oslo (utilizado de referencia internacional).
Estos cambios se realizan gracias a la aplicación de nuevos conocimientos y tecnología.
Según el reporte, en el 2012 el tipo de innovación que más realizaron las empresas fue la capacitación de personal y labores de Investigación y Desarrollo (I+D).
El 60% de las empresas ticas consultadas aseguró haber hecho innovaciones en productos y servicios, que resultaron de interés para la compañía, el 35% de interés nacional y apenas el 5%, de interés internacional.
Financiamiento. A pesar de que existen algunos fondos como Propyme, del Micitt, Fodemipyme, del Banco Popular y de Desarrollo Comunal, solo el 17% de las empresas consultadas dijo conocer estas opciones de financiamiento.
De ellas, el mismo porcentaje de entidades se postuló para obtener apoyo económico y apenas la mitad lo obtuvo, según aclara el informe.
En este sentido, el mismo reporte plantea al menos tres tareas pendientes y urgentes para el país: asignar mayores sumas de dinero para incentivar la innovación, mejorar la difusión de los fondos disponibles y simplificar los procesos para alentar a más empresas locales a concursar por estos recursos.
“Estos datos del reporte de indicadores nos dicen que normalmente las empresas costarricenses son cautas y van creciendo de acuerdo con sus posibilidades y financiamiento”, comentó Keilor Rojas, viceministro del Micitt.
Y agregó: “Lo otro es que tal vez, los instrumentos de la banca o incentivos financieros que puedan existir, no les han sabido llegar tanto a las empresas. Esto es también un llamado de atención”.
Relevancia. Otto Rivera, director ejecutivo de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic) destacó la salvedad de que en este estudio “no entra el sector de servicios en pleno, es apenas una pequeña muestra”.
Sin embargo, Rivera coincidió en que el reporte evidencia la necesidad de mayor inversión en algunas áreas del sector de tecnologías digitales.
“Las tecnologías de información y comunicación y tecnologías digitales son campos en los que evidentemente se genera una necesidad de mayor inversión del Estado y mejor desarrollo de políticas públicas”, sentenció Rivera.
Por su parte, Jorge Cortés, presidente del Consejo para la Promoción Internacional de la Medicina de Costa Rica (Promed), aseguró que el sector nacional de servicios ha padecido de una invisibilización estatal muy importante.
“Por eso, deben facilitarse a las empresas espacios para la competitividad, innovación y establecer cómo pueden desarrollarse porque son las que generan riqueza para el país”, agregó.
Otros resultados. Además de perfilar cuál es la situación en el sector servicios, el informe celebra un incremento del 20% en las inversiones realizadas en áreas como Investigación y Desarrollo (I+D); enseñanza y formación científica y tecnológica y servicios científicos y tecnológicos.
La cifra pasó de $740,6 millones en 2011, a $ 890 millones en 2012.
Si bien el sector académico es el principal contribuyente a este monto, los empresarios casi doblaron su inversión de $48,2 millones a $80,6 millones.
En el rubro de inversión en Investigación y Desarrollo se observó un crecimiento del 30%, es decir, en 2012 se invirtieron $257,7 millones (0,57% del producto interno bruto), mientras que en 2011, fueron $197,7 millones.
El 39% de esa inversión provino del sector privado, frente al 61% del sector público.