“Cuando William me preguntó si quería casarme con él y pasar el resto de nuestra vida juntos, no lo pensé dos veces: de una vez dije que sí”, recordó Rosa Martínez.
Ella, costarricense y periodista de tecnología. Él, salvadoreño e ingeniero en sistemas. Ambos residentes en Chile.
La lejanía de casa, los amigos en el exterior, su oficio y personalidad, sumados a la necesidad de una boda económica, se conjugaron para que Internet se convirtiera en aliada y planificadora de la boda.
“Lo primero que debíamos hacer era contarle al mundo que íbamos a casarnos, así que decidimos hacer un sitio web”, aseguró Rosa.
En tan solo dos horas, los futuros esposos, ingresaron a wix.com y crearon una página, donde contaron su historia, ofrecieron fecha, hora, el mapa de su boda en Costa Rica y de la fiesta en Chile (para quienes no podían viajar) .
Además, instaron a los invitados a ser fotógrafos durante el evento, con ayuda de sus smartphones o teléfonos inteligentes y hasta les solicitaron que usaran la etiqueta #bodawyr, en redes sociales.
Las invitaciones las diseñaron con ayuda del sitio freepik.com, incluso el vestido de novia que le gustó a Rosa y que valía $1.200, lo consiguieron en Malasia, por mucho menos dinero. “William, que es bueno buscando en Internet, tomó la foto que le envié y usó la opción de ‘Buscar por imágenes’ del buscador de Google, hasta que dio con el fabricante del vestido en Malasia. ¿El precio final? $130 con envío incluido a la puerta de mi casa en Chile”.
Como ellos, otras parejas resuelven a bajo costo los bodas utilizando herramientas en Internet.
Planificador. La gigante de Internet ya ha incursionado en el terreno del amor y ofrece a quienes desean contraer matrimonio, Google para bodas, servicio gratuito, disponible en el sitio web http://www.google.com/weddings.
En la página se conjugan Hangouts, aplicación para hacer videoconferencias con familiares y anunciarles la buena noticia, mapas para ubicar a los invitados, calendario para que todos tengan presente el día de la unión y la sección de fotos de Google+ para conservar los mejores recuerdos de la fecha.
Sin embargo, el servicio más útil es el que permite agrupar en línea el control del presupuesto para la boda, la lista de invitados y los contactos del fotógrafo, camarógrafo y demás profesionales.
También existen otras alternativas que, si bien no son gratuitas, pueden ser muy llamativas para las parejas que deseen convertir su unión en algo singular.
Uno de estos servicios es el que ofrece la compañía Stuprint.com: Las parejas contratan las invitaciones y graban un pequeño video. Cuando sus invitados las reciben en papel, tienen la opción de colocar sobre ellas su teléfono o tableta para que el dispositivo lea un código y los invitados puedan ver el video que los novios grabaron.
Con Internet y creatividad, las ideas se multiplican y los costos no tienen por qué subir. En seis meses Rosa Martínez y William Tobar planearon su boda que costó menos de $2.000 (poco más de ¢1 millón). ¿El secreto? Google, Skype y otras herramientas en línea.
Ahora Rosa comparte su experiencia en el blog “Dije que sí” , y cuenta a otras chicas cómo planear su boda con tecnología.