El Colegio de Médicos y Cirujanos de Costa Rica pondrá, en adelante, mayor énfasis en fiscalizar el uso de técnicas de reproducción asistida en el país.
Luego de los recientes nacimientos de cuatrillizos y sextillizos en los hospitales públicos, la entidad acordó actualizar, de inmediato, las guías sobre la inseminación artificial (IA) vigentes en el país.
La inseminación artificial es una técnica que consiste en estimular la producción de óvulos en las mujeres, añadiendo, por vía oral o inyectada, dosis de la hormona natural llamada hormona estimuladora del folículo (FSH).
Gracias a esta estimulación, la mujer produce hasta 20 óvulos en un mes. Es entonces cuando un médico coloca en las trompas de Falopio los espermatozoides de su pareja. Allí se fecunda el óvulo y se forma el embrión.
Esta técnica se practica en Costa Rica desde hace 60 años y está contemplada como derecho de los matrimonios en la Constitución Política.
Juan Francisco González, padre de los sextillizos Emma, Tomás, Valentina, Diego, Andrés y Gabriel González Villegas, reconoció este lunes, por primera vez, que su descendencia es fruto de esa técnica, hoy bajo vigilancia.
Además, el Colegio solicitó al Ministerio de Salud “aplicar una directriz para que todos los casos de partos múltiples sean reportados obligatoriamente en los centros de salud locales”.
Esto pretende certificar que las técnicas reproductivas se apliquen de forma óptima y que no promuevan los alumbramientos numerosos que ponen presión en el sistema de salud público y en riesgo a madres e hijos.
Además de la inseminación artificial, en el país es permitida la técnica llamada transferencia de gametos. La opción reproductiva que sigue detenida es la fecundación in vitro (FIV), que se aplicó de 1995 hasta el 2000, cuando se declaró inconstitucional.
Otras reacciones. El nacimiento de los sextillizos fue, ayer, motivo de festejo en la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), cuyos especialistas califican como hito médico el desempeño de más de 21 profesionales en la cesárea hecha el domingo en el México.
“Todo salió muy bien y es una gran satisfacción. Estoy eternamente agradecida con muchísima gente de este hospital que vino desinteresadamente a ayudar sin esperar remuneración”, dijo esa misma noche, tras 50 minutos de operación, Sonia Vargas, jefa de Gineco-Obstetricia del México. Vargas y otros médicos coinciden en que tener a los seis niños vivos y a su madre estable es una gran hazaña.
En el mundo abundan casos con finales menos felices. Franklin Gómez, subdirector médico del Hospital Materno Reynaldo Almánzar, en República Dominicana, formó parte del equipo que atendió la cesárea de una mujer de 32 años con 34 semanas de gestación y cuyo resultado fue el nacimiento de sextillizos.
Los bebés –tres niños y tres niñas– nacieron el 8 de febrero pasado y, explicó Gómez, uno de los varones falleció durante las siguientes 72 horas debido a una hemorragia intracraneal.
“La condición de prematuridad implica complicaciones. Corren peligro de sufrir una neumonía, porque sus pulmones no están desarrollados”, expresó .
Gómez agregó que durante las primeras dos semanas después del nacimiento, el seguimiento a los bebés debe ser muy estricto, pues se pueden presentar problemas que no son “clínicamente visibles”.
“Es necesario realizar ecocardiogramas para corroborar el funcionamiento del sistema cardiovascular y una ecografía transfontanelar para ver el desarrollo del sistema nervioso central. También se requieren exámenes oftalmológicos por si el nervio óptico no se ha desarrollado del todo”, agregó.
Existen posibilidades de padecimientos posteriores como autismo y problemas de aprendizaje, ahora difíciles de detectar.
Ante el nacimiento, los ticos expresaron su solidaridad y felicitaciones a la CCSS.
“Genial la labor de los médicos. Las siguientes semanas son críticas para los bebés. ¡Siguen estando en tus manos, Señor!”, dijo Helga Ruiz.en el perfil de Facebook de ‘La Nación’ . Finalmente, Carlos Mesa, también acotó: “Que la Caja deje la quejadera y atienda este y todos los partos múltiples sin chistar”.