San José
Según el líder de la investigación, Alan Weimer, al añadir vapor de agua al proceso, las moléculas de agua se descomponen. El oxígeno se adhiere a los metales, volviendo a crear óxidos metálicos, y el hidrógeno liberado puede recogerse para servir de combustible.
Los métodos convencionales para dividir las moléculas de agua requieren un cambio de temperatura para llevar a cabo dos reacciones: elevarla para remover el oxígeno, y bajarla antes de introducir el vapor que vuelve a oxidar los metales, liberando hidrógeno.
“Una de las granes innovaciones de nuestro sistema es que no hay fluctuaciones en la temperatura. El proceso se da con sólo abrir o cerrar una válvula de vapor”, explicó uno de los autores del estudio, Charles Musgrave.
Con este nuevo método, la cantidad de hidrógeno producido depende completamente de la cantidad de óxido metálico y vapor que utilice el sistema. Una planta funcional, que produzca una cantidad significativa de hidrógeno, además requerería torres rodeadas de varias hectáreas de espejos.
No obstante, Weimer asegura que la comercialización de un reactor termo-solar de este tipo está todavía muy lejana. “Siendo el precio del gas natural tan bajo, no hay incentivo en pasarse a energías limpias. Habría que penalizar la colocación de carbono en la atmósfera, o tendría que aumentar considerablemente el precio de los combustibles fósiles”, razonó Weimer.
El estudio fue publicado en la revista Science.