Basura espacial pasó a 2.500 metros de la EEI

El astronauta estadounidense Scott Kelly y los rusos Mijaíl Kornienko y Guennadi Padalka debieron refugiarse durante una hora en la nave Soyuz, acoplada a la Estación Espacial Internacional (EEI), el jueves por la mañana.

Esto, debido a que los restos de un satélite ruso pasaron a 2.500 metros de la EEI.

Los científicos, quienes se enteraron con apenas un par de horas de anticipación, recibieron la orden de ingresar a la nave rusa, para estar alertas en caso de que tuvieran que separarse de la estación y huir, informó la agencia de noticias AP.

Horas más tarde, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) aseguró en su sitio web que la tripulación de la expedición 44 volvió a su trabajo después de tomar las debidas precauciones.

El astronauta Scott Kelly manifestó en su cuenta de Twitter su alegría porque no hubo impacto entre la chatarra y la estación. Además, festejó la gran coordinación con tripulaciones internacionales en Tierra. “Excelente entrenamiento”, escribió.

“Es apenas la cuarta vez en los 16 años que lleva la estación que una tripulación se ha visto obligada a refugiarse en un Soyuz ante la proximidad de chatarra potencialmente peligrosa”, destacó la agencia AP.

Además, es la tercera ocasión en que esta tripulación debe esquivar chatarra en el espacio y se espera una situación similar para la próxima semana.

La basura espacial es un problema que iniciativas como CleanSpace One intentan afrontar, mediante el diseño de un satélite conserje, que se encargue de recoger los desechos y los arrastre a la atmósfera terrestre.