Imagínese enviar su currículo a decenas de empresas con la esperanza de obtener una oportunidad de trabajo y no recibir una respuesta positiva... o una respuesta en lo absoluto. Esta es, sin duda, una situación a la que se enfrentan miles de costarricenses.
Ahora, imagínese que ese rechazo no esté relacionado con su título académico o con su conocimiento de otro idioma; sino más bien porque le falta una extremidad o porque sus capacidades auditivas son limitadas.
Esta es la situación a la que se enfrenta todos los días la población con discapacidad de nuestro país, y una realidad que Bryan Umaña tuvo que digerir con tragos amargos por mucho tiempo, pues tras perder su brazo derecho en un accidente en motocicleta, encontrar trabajo se convirtió en una odisea.
“En tres meses fui a 30 empresas y ninguna me abrió las puertas”, recuerda Umaña, quien ahora labora para Taco Bell, bajo la sombrilla del proyecto ‘Inclusión sin límites’, que brinda empleo a personas con discapacidad.
Así como Bryan, nuestro país cuenta con otras 297.000 personas, entre 15 y 65 años, con algún tipo de discapacidad, según el Censo del 2011.
Desde el momento del estudio, la cifra de desempleo en esa población ascendió al 60%, aún cuando sus integrantes cuentan con las habilidades y la capacidad para desempeñarse en un trabajo digno, de acuerdo con datos brindados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
El término correcto para llamar o definir a esta población es personas con discapacidad y no “discapacitados” o “inválidos”
A pesar de que existen programas de capacitación para empresas y planes de inserción laboral, la escasez de oportunidades de empleo para las personas con discapacidad es un tema sensible para las autoridades; sobretodo porque los obstáculos van ligados a los prejuicios y las limitantes que imponen las empresas, según dice Martha Zamora, directora nacional de Seguridad Social y miembro de junta directiva del Consejo Nacional de Personas con Discapacidad del MTSS.
*Según el primer Plan Nacional de Inserción Laboral para la Población con Discapacidad en Costa Rica, 2012.
“El gran reto es eliminar las barreras que le ponemos a esta población. Muchas veces lo discapacitante no está en la persona sino en el ambiente laboral. El trabajo es un derecho humano y las personas con discapacidad solo buscan tener oportunidades iguales, no ser victimizados”, expresa Zamora.
Por su parte, Erika Linares, directora de Dimensión Social de la Asociación Empresarial para el Desarrollo (AED). Ella afirma que muchas veces es la actitud de quienes reclutan a los colaboradores la que impide que las personas con discapacidad se desenvuelvan como profesionales.
“En ocasiones sucede que quien realiza la contratación se fija en que la persona tiene una discapacidad, pero no analiza si aún así el postulante cumple con las competencias que se requieren para el puesto. Pocas veces utilizamos todos nuestros sentidos o habilidades para realizar un trabajo”, añade Linares.
Taco Bell, como empresa inclusiva, entre su proceso de contratación realiza entrevistas psicológicas para valorar las capacidades de la persona, así como para conocer su afinidad con algún puesto.
Además, la encargada de realizar las entrevistas conoce la Lengua de Señas Costarricense (LESCO). Por otro lado, durante la capacitación, las indicaciones están adecuadas con rotulaciones e ilustraciones para una mejor comprensión.
Tipos de discapacidad presentes en los costarricenses, según Censo del 2011.
Nota. La suma de los porcentajes no suma 100%, debido a que hay personas que presentan más de una discapacidad. Fuente: Plan Nacional de Inserción Laboral para personas con discapacidad, 2012.