Complementos nutricionales son un apoyo en el combate de esta problemática, pues contienen fuentes concentradas de nutrientes que el organismo requiere para mantenerse sano.

El hambre acecha

La realidad de la malnutrición afecta a millones de personas en todo el mundo. Es una problemática que va de un extremo a otro: mientras muchos sobreviven con hambre, otros padecen obesidad. Ambos grupos forman parte de la pandemia de malnutrición.

¿Qué es?

La malnutrición se refiere al consumo insuficiente, desequilibrado o excesivo de alimentos; se presenta cuando el cuerpo no cuenta con los nutrientes esenciales para su sano desarrollo. La OMS estima que, en todo el orbe, una de cada tres personas padece algún tipo de malnutrición.

Puede ser provocada por:

  • Comer poco.

  • Comer excesivamente.

  • Ingerir combinaciones equivocadas de alimentos.
  • Ingerir comidas con escaso o ningún valor nutricional.

  • Consumir alimentos contaminados por microbios patógenos.
  • En este sentido, hablando de la mala nutrición, cuando un organismo –niño, joven o adulto– no consume el alimento necesario, por las razones que sean, aparece la llamada desnutrición.


    ¿Qué es la desnutrición?

    Desde el punto de vista físico, es el resultado de la escasez de alimentos o de una dieta inadecuada, pero, visto en una dimensión más amplia, es un complejo entramado de factores sociales, económicos y políticos.

    Relación entre alimentación y estatus socioeconómico

    ¿Quiénes padecen por desnutrición?

    Ocurre frecuentemente entre personas de bajos recursos y principalmente en niños de países subdesarrollados.

    Datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) indican que el 5,1% de los menores costarricenses sufren de desnutrición severa o moderada. En el mundo, existen 156 millones de niños menores de cinco años con retraso del crecimiento debido a la desnutrición crónica.

    Es una pandemia, un problema social

    La erradicación de la pobreza es un paso esencial en el combate de este flagelo y, al mismo tiempo, la eliminación de la malnutrición es esencial para el desarrollo económico, indica la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).

    En Costa Rica

    Unas 244.000 personas sufren desnutrición del total de 4.890.379 que habitan nuestro país, indican estadísticas del Banco Mundial, entidad internacional especializada en finanzas que depende de las Naciones Unidas.

    En centroamérica

    En Centroamérica, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), el porcentaje de personas desnutridas es el siguiente en cada país:
    Nicaragua: 16,6%
    Guatemala: 15,6%
    El Salvador: 12,4%
    Honduras: 12,2%
    Panamá: 9,5%
    Costa Rica: 5%

    En el mundo

    Alrededor de 795 millones de personas en el mundo no cuentan con el sustento suficiente para llevar una vida saludable y activa, de acuerdo con datos del Programa Mundial de Alimentos, una agencia especializada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

    Análisis del caso costarricense

    Según el Dr. Daniel Salas Peraza, director de Vigilancia de la Salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), el porcentaje relativamente bajo de desnutrición es resultado del trabajo que se viene haciendo en las últimas décadas.

    “Los Cen Cinai han hecho una labor extraordinaria, ahí reciben alimentación muchos niños, quienes, si no fuera por este programa, no tendrían qué comer. Por otra parte, la Caja ha hecho un esfuerzo a través de campañas”, agregó. También citó avances considerables en el tema de la lactancia, puesto que se ha impulsado y defendido la leche materna como el alimento por excelencia durante los primeros seis meses de vida.

    Además, mencionó que el país está a punto de terminar el primer censo sobre peso y talla con toda la población escolar. Esto va a permitir conocer el estado nutricional de los pequeños y tomar acciones; también la CCSS está cerca de sacar la Norma de Nutrición del Adulto Mayor, que también va a permitir el abordaje correcto de esta población.

    “Mediante consultas médicas, la Caja ha logrado acercar a pacientes en riesgo de desnutrición con grupos de apoyo nutricional. Estos casos se han abordado de forma inmediata y se han remitido a profesionales en la materia”.
    Dr. Daniel Salas, director de Vigilancia de la Salud, CCSS

    La realidad de un mundo con desnutrición

    Alrededor de 795 millones de personas en el mundo no tienen suficientes alimentos para llevar una vida saludable y activa.

    * Uno de cada seis niños -aproximadamente 100 millones- en los países en desarrollo presentan peso inferior al normal.

    • 13 millones de niños han nacido con bajo peso o prematuramente debido a la desnutrición materna u otros factores.
    • Se estima que 8.500 niños mueren al día a causa de la desnutrición severa y que 160 millones de niños sufren raquitismo.

    Fuentes: El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo (FAO, 2015) y Unicef.

    Obesidad y sobrepeso: las otras caras del problema

    Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad y el sobrepeso se definen como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.

    Sobrepeso

    En esta cara de la moneda de la malnutrición se encuentran 43 millones de personas.

    En el mundo entero, cada año fallecen por lo menos 2,6 millones de personas como consecuencia del sobrepeso u obesidad, según otro informe de la OMS publicado en 2015.

    El problema no es tan simple como decir que el hambre afecta a las personas de los países pobres o que la obesidad afecta a los habitantes de los países ricos: la malnutrición en todas sus formas es un problema mundial.

    El hambre y una nutrición inapropiada contribuyen a la muerte prematura de las madres, lactantes y niños pequeños, y al desarrollo físico y cerebral deficiente en los jóvenes. Al mismo tiempo, las tasas mundiales crecientes de sobrepeso y obesidad están relacionadas con el aumento en enfermedades como cáncer, diabetes y padecimientos cardiovasculares. Todas ellas son afecciones que ponen en peligro la vida y que, por añadidura, son difíciles de tratar en lugares con limitados recursos y con sistemas de salud sobrecargados.

    La gente sana es más fuerte, más productiva y está en mejores condiciones de romper el ciclo de pobreza y desarrollar al máximo su potencial.

    Según la nutricionista Hazel Powery, la malnutrición no solo se da por comer poco, sino por no consumir alimentos de todos los grupos, lo que afecta el desarrollo físico e intelectual de quien la padece.

    • Una buena alimentación requiere de cereales, carnes, lácteos, grasas saludables, frutas y vegetales, acompañado con actividad física.
    • La carencia de vitaminas y minerales esenciales en la dieta afecta la inmunidad y el desarrollo saludable.
    • La falta de acceso a estos grupos de alimentos, ya sea por pobreza, o bien falta de información y educación, ha influido para que en la actualidad millones de personas en todo el mundo sufran las consecuencias de una nutrición inapropiada.

    “El cuerpo requiere macronutrientes, que nos aportan energía (carbohidratos, proteína y grasa), además de los micronutrientes, que son vitaminas y minerales (frutas y verduras), que nos ayudan para el crecimiento y el desarrollo físico y cognitivo”.
    Hazel Powery, nutricionista

    Recomendaciones nutricionales

    La nutricionista Hazel Powery ofrece algunos consejos sencillos para alcanzar una buena nutrición:

    • Realice cinco tiempos de comida al día con horarios regulares; coma despacio y mastique bien los alimentos.
    • Consuma de todos los grupos de alimentos en cantidades moderadas.
    • Consuma leche, yogurt o queso todos los días, ya que aportan vitaminas, minerales y reducen el riesgo de padecer osteoporosis. Además, elija productos lácteos que sean pasteurizados.
    • Consuma yogurt con probióticos, ya que mejora la flora bacteriana.
    • Prefiera quesos blancos y con poca cantidad de sal.

    • Consuma tres carnes blancas (pescado, pollo) o más por semana.
    • No consuma más de tres veces por semana carnes rojas o cerdo.
    • Prefiera el pollo sin piel.
    • Preferiblemente, cocine los alimentos al vapor, a la parrilla u horneados, y evite las frituras.
    • Puede consumir un huevo al día, excepto si se tiene el colesterol elevado. Intente prepararlos con poca grasa o sin grasa.

    • Evite las grasas saturadas como: leche entera, mantequilla, manteca, aceite de palma, queso crema, natilla, etc.
    • Prefiera grasas insaturadas (aceite de canola, de oliva o de maíz; aguacate; aceitunas; etc.) en cantidades moderadas.
    • Seleccione jugos 100% naturales y sin azúcar.
    • Elimine el salero de la mesa. Dé sabor a las comidas utilizando olores y condimentos naturales.

    • Evite alimentos altos en sodio como sopas de paquete, embutidos, aderezos, salsas chinas, consomés, condimentos concentrados, entre otros.
    • Consuma ocho vasos de líquido al día (cuatro vasos deben ser de agua pura).
    • Coma para quedar satisfecho y no lleno.
    • Consuma al menos cinco porciones de frutas y vegetales al día, con variedad de colores. Prefiera la fruta entera en lugar de jugos.
    “La nutrición es uno de los pilares de la salud y el desarrollo. En personas de todas las edades, una nutrición correcta permite reforzar el sistema inmunológico, por tanto, tener menos enfermedades y gozar de una mejor salud”.
    Hazel Powery, nutricionista

    Incaparina: el aliado por excelencia de la salud

    Los complementos alimenticios son una opción para enriquecer la alimentación de cualquier persona, sin importar la edad.

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    Incaparina tiene más de 50 años de ofrecer a los consumidores una fórmula creada por el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (Incap), el cual, con base en análisis y estudios científicos, respalda su efectividad como un alimento completo.

    Ventajas de consumirlo

    Este complemento consiste en la mezcla de harina de maíz (cereal como fuente calórica) y harina de soya (leguminosa como fuente de proteína). Además, se encuentra reforzada con vitaminas del complejo B y vitamina A, y por si fuera poco, calcio, hierro y zinc.

    Entre sus características nutricionales destacables, es un producto:

    • bajo en grasa,
    • libre de grasa saturada,
    • libre de grasa trans,
    • libre de colesterol,
    • fuente de fibra dietética,
    • libre de lactosa,
    • libre de sodio,
    • libre de azúcar,
    • libre de gluten (excepción: Incaparina Rápida Cocción contiene un 5 % de avena).

    Entre otros beneficios, puede ser consumido por personas que padecen intolerancia a la lactosa, alergia a la proteína de la leche de vaca, diabetes, hipertensión arterial, falta de apetito, desnutrición o bajo peso, estreñimiento, régimen dietético vegetariano, enfermedades con un aumento de gasto metabólico (por ejemplo, el cáncer), adultos mayores y deportistas.

    Respaldo científico

    El Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá (Incap) comprobó que el consumo constante de esta bebida mejoró el estado nutricional de las personas.

    Su contenido, además, influye positivamente en el rendimiento escolar, la atención, el aprendizaje y la memoria de los niños. Además, previene la anemia, ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y previene enfermedades. Las vitaminas que contiene ayudan al buen funcionamiento del sistema nervioso y contribuyen a la formación de glóbulos rojos.

    Además, es una alternativa para personas con sobrepeso, ya que Incaparina contiene únicamente 70 kcal y 1 gramo de grasa por porción (18,75 g). Tiene un bajo contenido de grasas; es libre de grasas saturadas y trans, además de colesterol y azúcar. Asimismo, ofrece proteínas de alto valor biológico (4 g por porción).

    Consumo ideal

    Incaparina es una fórmula que aporta de 3 a 4 gramos de proteína por porción (se recomienda una toma diaria). Es una buena opción para personas que buscan alternativas saludables y accesibles para un mayor aporte de proteína.

    Su consumo se puede hacer en bebida caliente o fría como batido (en leche, agua o combinados); se le puede agregar fruta, o bien se puede agregar la mezcla en repostería, como queques, galletas o arepas, y darle a estos alimentos un valor nutricional adicional.

    Se han desarrollado diferentes presentaciones de Incaparina de acuerdo con las necesidades de cada grupo de población; se pueden adquirir en todos los Walmart del país.

    Puede encontrar Incaparina Original, Incaparina Rápida Cocción, Crecimax e Incaparina Maternal. Con estos productos se cubren las necesidades nutricionales de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.

    Incaparina Original, Crecimax y Maternal, al no contener sabor, se utilizan ampliamente para fortificar diferentes preparaciones, como:

    • Bebidas frías o calientes en agua y leche (puede añadir fruta al gusto).
    • Repostería y panadería (queques, pancakes, galletas, muffins, helados, etc.).
    • Tortillas.
    • Salsas.
    • Sopas.
    • Frijoles.
    • Purés.
    • Otras preparaciones.
    “Una madre con insuficiencia ponderal, es decir, que esté por debajo del peso saludable, corre el riesgo de dar a luz a un hijo con bajo peso al nacer. Es por ello que los primeros 1.000 días, que van desde el embarazo hasta el segundo cumpleaños del niño, son un período vital para establecer buenas pautas en materia de nutrición”.
    Hazel Powery, nutricionista