Billetes del Banco Central
  • Toque, mire, gire... y conozca nuestros billetes

    Blíndese contra las falsificaciones, sepa cómo cuidar y conservar los seis billetes que circulan en Costa Rica y aprenda más sobre los personajes históricos y los hábitats que en ellos aparecen.

    Historia con alto valor

    Los seis billetes que circulan en Costa Rica desde 2012 superan a sus versiones anteriores en las medidas de seguridad con que cuentan, y que les facilitan a los ciudadanos, los comercios y el público en general la verificación de su autenticidad.

    Esta familia de billetes ilustra parte de nuestra biodiversidad por medio de emblemáticos paisajes costarricenses. Asimismo, rinde homenaje a mujeres y hombres destacados en la cultura, la ciencia, la educación y la política del país.

    Así las cosas, por la tecnología que permitió hacerlos, por los bellos diseños que los decoran y los homenajes que rinden, son documentos prácticos de gran valor y van más allá del monto que estrictamente representan; por este motivo, vale la pena aprender a cuidarlos y a conocer la información que cada uno de ellos brinda.

    Antes, un poco de historia:

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    1839

    El jefe de Estado, Braulio Carrillo, autoriza la emisión de 30.000 pesos, en vales de 5 y 10 pesos, para facilitar el pago a los empleados públicos. La historia de los billetes comienza ligada a la escasez de moneda metálica en esta época.

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    1858

    Se funda el primer banco del país, llamado Banco Nacional Costarricense, que emite billetes de 1, 2, 10 y 20 pesos, de las series A y B.

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    1896

    La reforma monetaria, en el gobierno de Rafael Iglesias Castro, establece el colón como moneda.

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    1900

    La Ley de Bancos permite que cualquier entidad bancaria con un capital de un millón de colones emita billetes.

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    1914

    Se crea el Banco Internacional como banco emisor del Estado.

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    1921

    Se designa al Banco Internacional como único emisor. A los privados se les quita la facultad de emitir billetes.

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    1936

    Se reforma y se le cambia el nombre al emisor único por Banco Nacional de Costa Rica; además, se crea un departamento especializado en emisión de billetes.

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    1950

    Se funda el Banco Central de Costa Rica (BCCR) como único organismo autorizado para la emisión de moneda.

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    1951

    El BCCR inicia sus propias emisiones utilizando como base las fórmulas del Banco Nacional. En el anverso se imprime la imagen de un personaje histórico costarricense, mientras que en el reverso se ilustra una obra de este.

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    1991

    Varía la tendencia de un solo personaje acaparando la temática del billete en sus dos caras, para dar paso al reverso con imágenes representativas de la biodiversidad del país. Se emite por primera vez el billete de ¢5.000.

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    1998

    Se emiten por primera vez los billetes de ¢2.000 y ¢10.000.

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    2009

    El Banco Central autoriza la emisión de una nueva familia de billetes, con medidas de seguridad más robustas, incluidos los de ¢20.000 y ¢50.000.

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    2012

    La circulación de los nuevos billetes de ¢1.000, ¢2.000, ¢5.000, ¢10.000, ¢20.000 y ¢50.000 se completa el 27 de agosto.

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    2016

    Desde noviembre, el Banco Central emite una nueva serie de los billetes de ¢5.000 con un nuevo hilo de seguridad, de color rojo, similar al que presentan los de ¢10.000, ¢20.000 y ¢50.000, con el fin de fortalecer y facilitar la validación de su autenticidad.

    Seguridad y cuidado

    Los cambios implementados en los actuales billetes se hicieron para satisfacer las necesidades de las personas no videntes y de quienes tienen problemas parciales de visión.

    Como el tamaño es la característica que más ayuda a los no videntes a distinguir los billetes, los seis tienen medidas diferentes; además, los colores contrastantes y los números más grandes permiten a las personas con problemas de visión distinguir mejor cada denominación.

    En general, todos experimentaron un aumento en sus medidas de seguridad.

    Toque, mire y gire

    • El primer nivel de seguridad es para el público en general. Su lema es “toque, mire y gire”.
      Al tocar el billete, el público distingue algunas partes que tienen una textura diferente (la técnica se denomina intaglio); al mirarlo, se notan características como las marcas de agua, que consisten en una imagen que surge al poner el billete contra la luz; y, al girarlo, parece que algunos componentes se mueven o cambian de color.
      • Toque los elementos en relieve en el rostro del personaje y en la leyenda de la denominación.
      • Mire: Visto a contraluz, surge el rostro del personaje con un registro perfecto.
      • Gire: Observe que el mapa de Costa Rica cambia de color de morado a verde y que las figuras del hilo de seguridad flotan (en las denominaciones de ¢10.000, ¢20.000 y ¢50.000) o que el hilo cambia de color (en las denominaciones de ¢2.000 y ¢5.000).
      El movimiento en tercera dimensión se produce en las figuras insertas en el hilo al girar el billete, y ha demostrado ser muy efectivo contra la falsificación.
    • El segundo nivel de seguridad es para profesionales y se refiere a las medidas que no son fácilmente distinguibles a la vista, sino que requieren máquinas de luz ultravioleta.
    • Finalmente, hay un tercer nivel de seguridad que se refiere a medidas exclusivas para el Banco Central. Los billetes que antecedieron a esta nueva familia no las poseían.

    ¿Cómo protegerlos?

    El billete de ¢1.000 está hecho de un polímero llamado polipropileno, material alterno al sustrato de algodón, del que están hechos los otros cinco billetes. En todos los casos, acate las siguientes recomendaciones:

    • No debe engraparlos o perforarlos.
    • Evite doblarlos o arrugarlos en exceso.
    • Trate de no rasgarlos.
    • No los exponga a altas temperaturas.
    • Procure no rayarlos ni mancharlos.
    • No escriba en ellos, ni selle ni haga dibujos.
    • Protéjalos de los líquidos.
    • Procure guardarlos extendidos, sin dobleces.
    • Si fuera necesario doblarlos, hágalo con el menor número de pliegues, y sin remarcarlos demasiado.

    Si se rompe, repárelo con cinta adhesiva y deposítelo en el banco más cercano. Los billetes dañados, ya sea porque se encogieron por efecto del calor o porque están rasgados, pueden ser canjeados en cualquier sucursal de un banco comercial o en el Banco Central de Costa Rica.

    Reparación

    • Si el billete reparado está completo, puede seguir utilizándose.

    • Si le falta un segmento, podrá ser canjeado de acuerdo con las reglas definidas para el caso de billetes mutilados (ver más abajo).

    Mejor cámbielos

    Los billetes deteriorados son retirados de circulación de acuerdo con los lineamientos del Banco Central, pues en esa condición se dificulta identificarlos y manipularlos.

    Es importante tener presente que se podrá realizar el cambio de billetes deteriorados siempre y cuando sea posible:

    • Corroborar su autenticidad.
    • Corroborar su denominación.
    • Conservar ambas caras (anverso y reverso).

    Principales tipos de deterioro

    Contaminado
    Representa un riesgo para la salud humana al estar en contacto con sustancias tóxicas, químicas o biológicas.

    Deformado
    Exclusivo para billete de polímero (¢1.000). Puede presentar reducción del tamaño, el área o la superficie, por exposición a temperaturas no adecuadas o a solventes.

    Rayado
    Sufre alteraciones gráficas como marcas, números, palabras, frases o dibujos en forma manuscrita, impresa o cualquier otro medio indeleble que cubra más del 30 % de la superficie del billete.

    Perforado
    Billete de algodón con huecos de un tamaño mayor a 0,5 cm cuadrados. Si es de polímero, cualquier perforación lo convierte en deteriorado.

    Rasgado
    Con cortes iguales o mayores a 1,5 cm de largo. En el caso de billetes de polímero, cualquier rasgadura lo convierte en deteriorado.

    Reparado
    Billete al que se le ha hecho alguna reparación con pegamento (cinta adhesiva). Es sujeto a canje si se presenta completo. Si le falta alguna sección, debe ser analizado como mutilado.

    Otros daños

    • Decolorado: Evidencia desgaste por agentes químicos o abrasión, lo que disminuye la calidad de los elementos de seguridad.
    • Manchado: Presenta concentraciones de suciedad o tinte superiores a tres centímetros cuadrados.
    • Mutilado: Le falta un segmento o se le ha desprendido una parte o todo el hilo de seguridad.
    • Sucio: Billete que tiene polvo o mugre distribuida en forma uniforme sobre toda su superficie.

    Sujetos de canje

    A continuación se detallan los criterios establecidos por el Banco Central para el canje de los billetes deteriorados:

    Deformados

    • Si el billete presenta todas sus partes, debe ser sujeto de canje.

    • Si el billete tiene un segmento faltante, se requiere que una porción completa comprenda como mínimo el 60 % de las nuevas dimensiones del billete que se desea canjear.

    Mutilados

    • Si le falta un área cuyo tamaño total sea menor a 12 centímetros cuadrados, es sujeto a canje.

    • Si el área faltante excede los 12 centímetros cuadrados, el billete se puede cambiar siempre y cuando se tenga un segmento completo cuyas dimensiones sean al menos del 60 % del tamaño original del billete.

    Contaminados

    • Deben ser descontaminados antes de presentarlos para el cambio.

    Hábitats y personajes

    Los billetes costarricenses actuales reconocen la obra de seis Beneméritos de la Patria, así como la riqueza de seis de los ecosistemas que son parte de la biodiversidad costarricense.

    Son mucho más que un medio de pago; son obras de arte que vale la pena disfrutar y conocer, tanto por los personajes a los que rinden homenaje como por resaltar la riqueza ecológica que coloca a Costra Rica en el mapa mundial como un país hermoso por sus paisajes, y en el que la naturaleza forma parte esencial de su identidad.