Purina

El juego es muy
importante para los cachorros

Las habilidades y destrezas de un perro adulto se desarrollan a través de la recreación que experimentó mientras fue cachorro. La alimentación es clave para esa primera etapa.

Déjelos juguetear

Son pequeños, tiernos y llenos de energía. Los cachorros corren de un lado a otro, persiguen cualquier cosa que se mueva y tienen una especial fascinación por morder.

Este dinamismo no sólo es natural, sino necesario para que los cachorros realicen su actividad favorita: jugar y, con ella, vayan explorando el mundo y desarrollando sus habilidades.

Según Leonardo Alvarado, instructor canino y etólogo (estudio del comportamiento animal):

  • Mediante el juego ellos aprenden, instintivamente, todos los comportamientos que van a formar parte del repertorio de sus conductas de adulto.
  • Las primeras experiencias de juego las vivirán junto a su madre y demás cachorritos de la manada. Es por eso que es importante que los perros permanezcan junto a su madre al menos durante los dos primeros meses de vida.
  • Un perro que sí disfrute de este período contará con más posibilidades de desarrollarse de manera equilibrada conductual y fisiológicamente a lo largo de su vida.

Proceso de crecimiento

Posterior a los primeros meses, el perro debe seguir jugando y aprendiendo. Pero, ¿hasta cuándo? Es un proceso que cada perro determinará, y que en algunas razas se extiende más que otras.

El etólogo Leonardo Alvarado asegura que los animales que no jugaron lo suficiente cuando fueron cachorros podrían desarrollar problemas de comportamiento como: falta del control en la mordida, agresividad, intolerancia al contacto, miedos e inadaptabilidad social.

En definitiva, el juego es el factor más importante en la educación y aprendizaje de un perro.

Conozca algunos beneficios que brinda el juego a los cachorros:

  • Gracias al juego los perros comprenden mejor su entorno.
  • Conocen el funcionamiento de las cosas.
  • Aprenden a respetar a los demás, a seguir reglas básicas de conducta.
  • Jugando empiezan a controlar su fuerza y sus instintos, a reaccionar adecuadamente ante los estímulos que surgen a su alrededor.
  • Aprenden a socializar y a compartir los espacios.
  • Desarrollan habilidades y destrezas que les serán de utilidad toda su vida.
  • Hacen ejercicio, se desahogan y gastan toda la energía acumulada (En caso de que esa energía no se libere, puede generar serios problemas de estrés y ansiedad).
  • Aprenden a controlar la mordida, además de la forma correcta de coordinar los movimientos, saltos y caídas.

¿Cómo jugar con la mascota?

Durante los momentos de juego entre dueño y mascota, se refuerza el vínculo que hay entre ambos, favoreciendo la convivencia y el respeto mutuo. Por eso, hay que aprovechar esos espacios para educarla, y hacerlo correctamente.

Tome en consideración algunos consejos que da Leonardo Alvarado, instructor canino:

Autoridad

  • No se debe permitir que el cachorro se imponga y haga lo que quiera, ya que a largo plazo eso puede generar problemas de convivencia y obediencia.
  • Cuando vaya a darle un juguete láncelo al aire, si se lo da en la boca, el cachorrito puede interpretar que se lo quitó de las manos y que él tiene el control.
  • Si observa que adopta una actitud violenta o demasiado temperamental, interrumpa el juego.

El entorno

  • Para jugar tranquilamente llévelo a un lugar apartado, donde tenga espacio para correr y brincar libremente, sin peligros. Un ambiente relajado y al aire libre aumentará su satisfacción y la posibilidad de poner en práctica sus habilidades.
  • No es conveniente tenerle muchos juguetes, lo recomendable es que tenga uno para divertirse con el dueño y otro para cuando está solo.
  • Defina un tiempo específico para jugar, que sea exclusivo para el cachorro, evite incluso llevar distractores como el teléfono celular.

Seguridad

  • Es importante que el perro caliente sus músculos antes de iniciar el periodo de juegos; una buena idea puede ser caminar o trotar despacio entre cinco y diez minutos.
  • Evite juegos peligrosos o con juguetes que puedan provocarle daño a la mascota. No utilice juguetes con materiales que se pueden romper o que el cachorrito pueda tragar.
  • Los cachorros son similares a los niños, hay que alejar de ellos los juguetes con partes pequeñas que se pueden tragar o dañar sus dientes.

Interacción

  • Cuando el juego con otros perros llega a los mordiscos y estos se prolongan y aparecen los gruñidos, es hora de hacer una pausa.
  • Morder es una práctica común en los cachorros, les ayuda a conocer todo lo que los rodea, la curiosidad les empuja mordisquear cualquier cosa, incluso las manos del dueño.
  • En estos casos lo correcto es educarle para que aprenda a contener la fuerza de sus mordiscos y no lo haga de forma descontrolada. Para ello, es necesario proporcionarle juguetes específicos, como mordedores.

Una buena alimentación es clave

Para alcanzar los beneficios del juego, es fundamental que el cachorro cuente con una alimentación que le permita tener la energía necesaria para reaccionar adecuadamente.

La salud de los perros, al igual que ocurre con los seres humanos, depende en gran medida del tipo de alimentación que tengan. Con una alimentación rica en nutrientes y moderada en grasas, se conseguirá mejorar la vida de las mascotas.

Los cachorros tienen necesidades específicas. Es por eso que requieren un alimento que cubra sus particularidades, que les permita desarrollar buenas bases para su desarrollo.

En este sentido, Purina Dog Chow ofrece un alimento especialmente creado para ellos, para que puedan tener una alimentación completa y balanceada. Dog Chow Cachorros contiene los ingredientes necesarios para que puedan crecer sanos y fuertes:

Identifique un perro con desnutrición

Para la veterinaria Perla Fallas, existen algunas señales que son fáciles de identificar en un cachorro cuando no está bien alimentado.

  • Condición corporal inadecuada. Las costillas se deben sentir con los dedos pero no deben verse.
  • Un pelo opaco y sin movimiento evidencia falta de nutrientes.
  • Las alergias y escamas en la piel también son mala señal.
  • Estado de ánimo bajo y con poca energía.
  • Ojos sin brillo y con la mucosa que está detrás del párpado con un color rosado, pálido y opaco,tampoco es un buen signo
  • Dientes quebrados o picados indican desnutrición.
  • Uñas quebradizas evidencian falta de calcio.
  • Cachorros decaídos y sin ganas de jugar o con falta de energía.

Pero, además, según estudios del Pet Food Institute, un cachorro con mala alimentación puede sufrir: alergias espontáneas en cualquier parte del cuerpo, gastritis agudas, obstrucción e inflamación del esófago y diarrea.

“Un perro con problemas en su alimentación puede comportarse de manera violenta, incluso llegar a morder por la misma ansiedad que le provoca la desnutrición”
agregó Leonardo Alvarado, instructor canino.