Comprar una casa no es un lujo, sino una necesidad. Quien se atreve a hacerlo deja de “tirar la plata a la basura” con un alquiler, opina Evelia Peck, empresaria de 47 años que construyó su casa con uno de los planes de ahorro del Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo (INVU).
“Desde mis 24 años comencé a ahorrar para comprar el terreno. Posteriormente, mi poder adquisitivo aumentó un poco y cambié mi plan, lo que me permitió levantar el techo donde hoy vivo con mi esposo y mis dos hijos. Recientemente, comencé otro sistema de ahorro para comprar otra propiedad”, relata Peck, vecina de Mercedes Norte de Heredia.
Así como Evelia, cualquier persona mayor de 18 años puede comenzar a tejer su sueño. Lo único que debe hacer es elegir cualquiera de los nueve planes del Sistema de Ahorro y Préstamo (SAP) del INVU, los cuales permiten ahorrar de ¢1 millón a ¢139 millones, con una tasa de interés fija anual. El período para amortizar la deuda es de máximo 12 años.
El SAP es un modelo mixto que combina dos etapas:
- Ahorro: Este se completa en el período definido en el plan que elija. El monto total de ahorro es del 35 y 30 %, respectivamente, para los primeros dos planes (de corto plazo), y de 25 % para los restantes, de mediano y largo plazo.
- Financiamiento: En esta etapa se tendrá acceso al monto total suscrito, que se compone del ahorro devolutivo (acumulado por usted) y del préstamo asociado.
Así, por ejemplo, si usted suscribe el primero de los planes, llamado 2/4, deberá ahorrar durante dos años el 35 % del monto total, y durante cuatro años deberá amortizar el crédito.
“Inicié mi plan de ahorro porque hace 23 años era la única forma en que los labriegos sencillos podíamos acceder a una vivienda propia. Hasta el día de hoy sigo ahorrando con el INVU y, aunque en el mercado hay opciones económicas, con las de ellos no varía la tasa de interés”.
Evelia Peck, empresaria y clienta del INVU.
“Después de haber ahorrado el porcentaje que le corresponda, el cliente tiene seguro el financiamiento mediante cómodas cuotas (adaptables a su capacidad de ahorro), con respaldo estatal, fácil acceso y una cuota anual fija durante todo el plazo del préstamo. Ese dinero lo pueden usar para la compra de terreno o vivienda, o para construir, remodelar o hasta pagar una hipoteca”, asegura Sonia Montero, presidenta ejecutiva del INVU.
Según Montero, el SAP es una opción sumamente atractiva, no solo por la tasa de interés fija anual, sino también por su versatilidad; es decir, el propietario puede ceder su plan a cualquier otra persona y, si se atrasa en las cuotas, tiene el privilegio de hacer un arreglo de pago.
De esa comodidad es testigo Evelia, quien afirma que, por recomendación, sus sobrinos ya iniciaron la construcción de su sueño.
“Lo único que tiene que hacer cualquier persona es comprometerse a ahorrar. Mis sobrinos iniciaron con planes a largo plazo, pero su economía mejoró, y esto les permitió cambiarse a uno más rápido. Definitivamente, yo me caso con el INVU porque me da estabilidad económica”, comenta.