Por más que Andrey Amador haya sido el primero y único ciclista centroamericano en ceñirse la maglia rosa, prestigiosa prenda que distingue al líder general del Giro de Italia, su vida deportiva ha sido de todo menos rosa.

Antes de abrazarse con la gloria, ha tenido que pedalear a través de un tubo caleidoscópico con toda la gama de colores, desde los tonos oscuros característicos de los tiempos difíciles hasta la edición 2016 del Giro, su ascenso a lo más alto.

El pasado 20 de mayo rompió todos los antecedentes de los pedalistas de la región al conquistar el liderato de una de las tres grandes pruebas por etapas del mundo, junto con el Tour de Francia y la Vuelta a España. De esta forma, con su esfuerzo sobre la bicicleta, escribió una historia de motivación que se podría titular “Sí se puede”.

Aquel inquieto adolescente que desvelaba a sus entrenadores por sus travesuras, y a sus padres porque parecía que iba a ser muy pequeño, no solo creció hasta alcanzar 1,80 metros de estatura, sino que se convirtió en un deportista de élite, ejemplar y disciplinado: ¡el mejor ciclista centroamericano de todos los tiempos! He aquí sus secretos…

¿Maglia rosa? ¡Magia rosa!

Los costarricenses viven momentos mágicos en el ciclismo, luego de que el ramonense Andrey Amador se colocara en el liderato general del Giro de Italia el pasado 20 de mayo, hazaña subrayada por los medios internacionales. ¿Cómo lo consiguió? Vista superficialmente, la respuesta podría decepcionar por sencilla: desde niño sabía que quería ser ciclista, como su ídolo, Federico Lico Ramírez. Entonces, se fijó una meta, trabajó con ahínco sin saltarse etapas y hoy cosecha lo que sembró. Vista profundamente, la respuesta es un empujón anímico para todos y cada uno de nosotros, porque, si se tienen las condiciones, esa “receta” la puede preparar cualquiera que mezcle estos ingredientes: 1) claridad en el objetivo, 2) convicción, 3) pasión y 4) esfuerzo.

“Somos un país muy pequeño, pero tenemos un corazón muy grande. El ciclismo ha crecido mucho en los últimos tiempos, y me siento feliz de haber colaborado con su desarrollo y difusión”.
Andrey Amador, tras convertirse en líder del Giro el pasado 20 de mayo.

Mientras sus entrenadores se preocupaban por sus travesuras y porque no siempre les hacía caso, a su mamá, doña Raisa Bikkazakova, le inquietaba su baja estatura. Pero en ambos aspectos, el profesional y el físico, Amador crecería –¡y de qué forma!–, no sin antes enfrentar cuestas empinadas, casi paredes: obstáculos en su trayectoria.

2006

Dos años después de ser campeón novato en la Vuelta a Costa Rica de 2004, Amador disputaba de poder a poder el título; iba tercero a falta de una etapa, pero... ¡amaneció enfermo! El Cerro de la Muerte se lo “devoró” y llegó llorando a la meta. Confiesa que tiene una espinita con el giro tico y espera sacársela algún día.

2010

Luego de atravesar el Atlántico en 2007 y de pasar del equipo amateur Lizarte al Caisse d'Epargne de Eusebio Unzué, actualmente denominado Movistar Team, Andrey comenzó a demostrar un enorme potencial. Uno de los momentos difíciles lo sufrió en Costa Rica, en diciembre de 2010, cuando se entrenaba y fue atacado por delincuentes, que le robaron la bicicleta y lo golpearon brutalmente. Fue hallado inconsciente horas después, en un terreno abandonado, con fuertes contusiones. Sin embargo, se recuperó exitosamente para regresar a los entrenamientos con su equipo.

2011

No pudo correr el Giro de Italia porque semanas antes se fracturó la clavícula y tuvo que operarse, pero se recuperó casi milagrosamente y Movistar Team lo seleccionó para disputar el Tour de Francia. De esta forma se convirtió en el primer ciclista tico y centroamericano en participar en la gran cita. Apenas en la primera etapa sufrió un esguince grado dos en el tobillo izquierdo, tras verse involucrado en una caída múltiple a los 30 kilómetros. Sin embargo, sorprendió al mundo por su pundonor, porque soportó un intenso dolor y completó las 21 etapas con una fortaleza digna de aplausos, sin que le importara ser último de la clasificación.

“No hacía falta ser médico para ver que necesitaba casi un milagro para seguir en carrera. La prescripción habitual es de 10 a 15 días de inmovilización total… Pero esta gente es de una madera especial”
Jesús Hoyos, médico del Movistar Team, tras la lesión de Amador en el Tour de Francia de 2011.

Las situaciones límite sacan a flote la mejor versión de la persona que somos o la que podemos llegar a ser, y nos permiten retornar a la esencia de los valores que se habían empolvado por las turbulencias”, afirma el doctor German Retana, experto en gestión de Recursos Humanos del Instituto Centroamericano de Administración de Empresas (Incae).

El especialista agrega que “en las encrucijadas bien gestionadas se descubren cualidades que yacían aletargadas, se construye una filosofía de vida profunda y madura, se terminan las reacciones de impotencia que impiden afrontar la adversidad con una inteligencia superior, capaz de cambiar el devenir”.

Así, superados los baches del camino, más maduro y conocedor de sus límites y de su potencial, Amador se disparó como mejor sabe, de bajada hacia la línea de meta, rozando los 100 km/h o, como se dice en el ciclismo, “descendiendo con el ataúd abierto”.

2012

Este fue un año espectacular, el mejor de su carrera... hasta aquel momento. Ganó la etapa 14 del Giro de Italia, en alta montaña, su triunfo más sobresaliente hasta entonces. El tico se trepó en la fuga exitosa del día y consiguió llegar en solitario a la línea de meta de Cervinia tras superar en los instantes finales a sus compañeros de escape, Jan Bárta y Alessandro De Marchi. Ese mismo año representó a Costa Rica en los Juegos Olímpicos de Londres, donde finalizó en la posición 35 con un tiempo de 5:46:37, a 1 minuto y 20 segundos del ganador.

2015

Andrey superó con creces lo hecho en 2012 en el Giro, al completar la mejor actuación de un ciclista centroamericano en alguna de las tres grandes vueltas por etapas. El costarricense no solo alcanzó a figurar en el tercer lugar de la clasificación general al término de la etapa número 15, sino que el 30 de mayo, luego de la vigésima etapa, conquistó un espectacular cuarto lugar de la competencia. Este hecho fue histórico para el ciclismo costarricense y centroamericano.

2016

El viernes 20 de mayo, por primera vez en la historia, un centroamericano es líder del Giro de Italia. Andrey Amador le arrebató la maglia rosa al luxemburgués Bob Jungels y consiguió el máximo hito en la historia del ciclismo del área. Amador había dominado las anteriores etapas, pero no fue hasta ese día cuando logró enfundarse la camiseta de líder en una de las competencias más importantes del orbe.

“Ha confirmado su madurez, la experiencia que ya tiene, y en este Giro nos ha permitido seguir 'enchufados' en todo momento, soñando incluso con el podio"
Eusebio Unzué, manager general del Movistar Team

Un peón en el ajedrez

Blindado contra la vanidad, una vez vestido de rosa en el Giro 2016, Andrey se confesó feliz, pero rechazó la gloria para sí. “Es un sueño (obtener el liderato). Además, ni siquiera esperaba poder conseguirlo en esta etapa, después de haber atacado mucho en las anteriores para lograrlo. Igual no me durará lo que me gustaría, pero para eso tenemos en el equipo a Alejandro (Valverde, el capo del Movistar Team), que está fortísimo y al que apoyaremos con todo lo que tengamos”, comentó Amador.

Pese a tan brillante palmarés, no pierde la humildad ni su espíritu de trabajo en equipo. ¿Cómo, teniendo cualidades para ser él la punta de lanza de cualquier equipo, se resigna y trabaja a todo vapor, pleno de motivación, por Valverde? El doctor German Retana lo atribuye al llamado “ingrediente de la protección mutua”, producto de la lealtad a prueba de intereses particulares que caracteriza a Andrey Amador en su etapa de madurez deportiva.

“El verdadero compañerismo es también sinónimo de empatía, exigencia y responsabilidad, pues solo con ellas las ideas y proyectos se convierten en hazañas memorables”, finalizó el especialista.

Está claro que Andrey no solo ha sido capaz de triunfar en lo profesional, sino como persona. El combo perfecto.

"No hay palabras para describir este logro. Solo que él se lo merece. Verlo vestido de rosa fue muy impresionante. Sabíamos que él haría todo lo posible por hacer un buen trabajo y así ha sido”.
Raisa Bikkazakova, madre de Andrey, luego de que su hijo tomara el liderato del Giro 2016