Durante los últimos dos meses el mundo entero se vio inmerso en un ambiente alterado por las amenazas de provocación de Corea del Norte. Costa Rica no fue la excepción, los medios de comunicación, intensamente publicaron noticias sobre este tema. En muchos casos, tanto la prensa como la población me hicieron preguntas, con tono preocupado, sobre la posibilidad de una guerra en la península coreana. Sin embargo, este no es un escenario que esté ocurriendo en este momento. El pueblo coreano lleva una vida muy normal a pesar de la tensión. El llamado “Riesgo de Corea del Norte” es insignificante, y la economía se encuentra estable. En el periódico La Nación se publicó una fotografía del señor Manuel López Trigo, embajador de Costa Rica en Corea, quien se encuentra caminando en paz en una calle de Seúl.
Asimismo, el 13 de abril en Seúl se celebró el concierto de la estrella mundial PSY, al que asistieron más de 50.000 aficionados y millones de personas alrededor del mundo pudieron observarlo a través de Youtube. Todo esto se da debido a que el Gobierno de la República de Corea tiene controlada la situación de manera estable, con poderosas fuerzas disuasivas contra Corea del Norte, y contando con el apoyo firme de la comunidad internacional.
No obstante, el problema que reside en la península coreana requiere una solución fundamental, para la cual es de suma importancia que Corea del Norte cese de transmitir más provocaciones y tome la decisión correcta. Se necesita que el régimen norcoreano, modificándose a sí mismo, abandone el círculo vicioso de provocación y negociación; y que la comunidad internacional tome un papel orientador en los cambios del comportamiento del régimen norcoreano, tanto con fuerzas disuasivas como con acciones de persuasión.
El gobierno de la presidenta Park Geun-hye, el cual se inició el pasado 25 de febrero, tiene como principal prioridad construir el proceso de confianza en la península coreana para establecer la paz sostenible. A través de muchas experiencias y errores, hemos aprendido una gran lección: la paz se puede perder fácilmente si no se cuenta con confianza. Será un camino difícil, pero es indispensable que se fomente la confianza con Corea del Norte, donde se debe invertir en tiempo y paciencia; similar al proceso de colocar bloques de ladrillo para construir una casa.
Asimismo, el Gobierno de la República de Corea pretende promover la paz y la cooperación en la región del Noreste Asiático, reconociendo que estas se encuentran estrechamente relacionadas con el establecimiento de la paz sostenible en la península coreana. El propósito que se desea es proceder con medidas que se puedan realizar y que sean aceptadas, para fortalecer la confianza entre todos los países de la región, y contribuir a construir un ambiente pacífico y cooperativo en el Noreste Asiático.
Por último, la diplomacia de confianza del gobierno de Park Geun-hye no se limita a la península coreana y a la región del Noreste Asiático sino que busca contribuir en la construcción de la felicidad y la prosperidad de la aldea global, junto con sus distintos socios a nivel mundial. Corea mira el mundo, el cual le extendió una mano de ayuda en los tiempos difíciles, con la responsabilidad de que ahora es su turno para contribuir en la edificación un mejor futuro para la comunidad internacional. A raíz de esto, desea ayudar a resolver varios problemas que se enfrentan a nivel internacional, tales como el cambio climático, la piratería, el terrorismo, el crimen cibernético y los desastres naturales, entre otros. Asimismo, la República de Corea desea compartir activamente la experiencia de su desarrollo económico con los países que la necesitan.
Al respecto, la presidenta Park Geun-hye, primera presidenta de la historia de Corea, presenta la visión de su administración como “la nueva era de esperanza y felicidad, felicidad del pueblo, de la península coreana, y de la aldea global”. Para lograr esto, tiene como fundamento de su política exterior establecer la confianza con todos los países del mundo.
Con respecto a la política interna, impulsa como su agenda prioritaria las siguientes metas: revitalización económica por medio de la economía creativa y democratización económica; felicidad para el pueblo a través de programas de bienestar y educación personalizados, y florecimiento cultural mediante el aumento del bienestar cultural y el fomento de la industria de contenidos.
La relación de Corea y Costa Rica cumplió 50 años el año anterior, y el intercambio y cooperación están en aumento en diversas áreas. Tengo plena seguridad de que la relación de amistad y cooperación entre ambos países se puede desarrollar aún más con las políticas del nuevo Gobierno coreano, basadas en la fuerte confianza mutua.
Por último, quiero manifestar mi sincero agradecimiento al pueblo y al Gobierno de la República de Costa Rica por el fuerte apoyo y solidaridad que nos han manifestado, en unión con la comunidad internacional, ante la tensión y la amenaza de Corea del Norte.