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El juego de palabras con los nombres de estos espacios televisivos que, junto a otros, han conquistado el gusto del televidente en diferentes épocas de los últimos 30 años, remiten directamente a uno de los pioneros del quehacer nacional en la pantalla chica: José Cortés.
Las generaciones actuales posiblemente lo asocien con el canal especializado en destinos turísticos que primero fue puro
Sin embargo, la “chochera” actual de este psicólogo y comunicador (estudió en México y EE.UU.) tiene que ver con su proyecto más reciente y por demás, exitoso: Destinostv.com Internacional, lanzado para toda Latinoamérica hace justamente un año.
Sin falsas modestias y con evidente entusiasmo, intenta explicarse en pocas palabras, algo que por cierto le cuesta muchísimo a este maratónico conversador.
“Para Costa Rica tiene una dimensión mayor de lo esperado, pues es pre-producido, editado y creado desde nuestro país. Desde aquí se envía el material terminado a un servidor en Miami, donde un gigantesco servidor de la empresa Globecast envía su señal al satélite”, explica Cortés, quien tiene 53 años, tres hijos y dos nietas.
Pero antes de alzar vuelo con su tema del momento –lo que ha logrado su canal internacional y lo que sigue– se impone un repaso por la hoja de vida de este eterno trovador que ha convertido el mapamundi en su oficina pero pasa añorando sus viernes de amigotes en San José.
Desde su adolescencia, José supo lo que era “lucharla” para ganarse la vida. Andaba en los 20’s cuando le dio por meterse en negocios y aún muchos lo recuerdan vendiendo calzado deportivo en su tienda,
Pero estaba escrito que lo suyo no era convertirse en un empresario detrás de un escritorio. Se deshizo del negocio y se fue a estudiar psicología a México, gracias a una beca, en la Universidad Iberoamericana.
En esas estaba cuando el destino se interpuso en su camino: se le presentó la oportunidad de ser parte del equipo que adaptó
Cortés estudió fotografía y realizó trabajos para la revista National Geographic en Japón, sobre templos en Kyoto y la Isla de las Perlas.
En 1985 formó parte del grupo de productores que lanzó el canal Discovery Channel; él hacía documentales de vida animal y submarinos. Estos también se proyectaron en canales como HHK de Japón, History Channel y Planet Cable France.
A pesar de que su reticencia a participar en festivales, por insistencia del Centro de Cine propuso el documental
A la postre, ganaría el Premio Principal del Festival como
Desde entonces, Cortés alterna una vida entre Costa Rica y el extranjero.
“Hacer televisión era un privilegio de pocos' teníamos que trabajar en otras cosas y volver a la tele cada vez que salía un proyecto. Hoy en día, con la televisión temática, desde un buen cocinero hasta un cómico pueden ser parte de este medio. La tele se ha democratizado, lo que ha sido un gran logro, pero se ha perdido la técnica y la calidad” , reflexiona este hombre de erudito verbo, quien a menudo parece olvidarse de su interlocutor y se interna en una especie de monólogo con tono de declamación teatral.
Costa Rica lo ha atado a través de sus hijos mayores: Mauricio (gerente del canal) y Fernando (psicólogo), pero también con sus amigos.
“Cuando tus padres se van del mundo y no tenés hermanos, los amigos lo son todo. Junto con tus hijos, son tu familia. Vengo al país a ver a mis amigos... la mesa de los viernes en el restaurante L’Olivo es parte de mi vida... entre
Parte importante de su vida son sus nietas Eva y Uma , pero no puede negar que su hijo “gringuillo” Niko, de 6 años, es quien acapara su vida personal.
Las reseñas de su producción en el país (con barba y sin barba) se remontan a los años 80 como comentarista de tenis junto a Ramón Coll en canal 2: las Copas del Café y los Torneos de Wimbledon y US OPEN en vivo fueron parte de las transmisiones de esa época en el país'Luego dirigió el bloque político
Pero fue San Buenaventura, serie que estrenó en 1994, la que ubicó a Cortés como un referente entre los pioneros de la televisión nacional.
Con ella logró romper los récords de audiencia los viernes a las 8 de la noche. Fueron tres años de un éxito sin precedentes. Luego sus documentales de
“¿Cómo no voy a estar agradecido con Dios? Los ángeles existen: uno pequeñito llamado Jorge Garro; dos hermanos, Marco y RenéPicado y hasta una
A José Cortés lo caracterizó siempre su barba. Entre historia e historia –subordina interminablemente y rara vez termina un cuento, porque casi siempre el que viene es mejor que el otro– Cortés menciona que, como ahora no la luce, no lo reconocen mucho. Dice que es parte de él. Antes de contar por qué entonces decidió quitársela, se acuerda de algo y su guion cambia de rumbo. Nunca dijo qué le pasó a su barba.
Habla poco del futuro, ya que su filosofía es luchar día a día para mejorar. Pero posterior a la consolidación del canal , tiene metas muy claras.
“ Si Dios me da vida y fuerza como la que tengo ahora, me dedicaré a escribir cinco guiones para largometrajes. Los escribo en los aviones cuando viajo, entre el hielo y el desierto. Son para la industria de Hollywood”.
Y agrega con poesía: “No es por prepotencia, ni por falsas grandezas, sino por distribución... son guiones impregnados de lo que carece el cine: amor. Son mi pacto con Dios”.