En el cine, es frecuente la relación que se hace entre el amor y el demonio. Se maneja el asunto del diablo con distintos criterios, sobre todo en las comedias, y ahora se estrena una de tonalidad romántica y endiablada desde el título:
Tenemos la historia de Genevieve, quien es una mujer muy romántica. Ella se desvive por lo más romántico del amor, y le encanta el día de San Valentín, según se consigna en el comunicado de prensa que nos hace llegar la empresa distribuidora del filme, Romaly.
Claro que el amor y el interés hacen buenas migas, hay que señalarlo pronto porque Genevieve es propietaria de una floristería:
Lo que sucede con Genevieve es que, con todo lo amorosa que es, ella tiene un pequeño problema: siempre anda sola. Sufrió de amor en el pasado, por eso no permite que ningún hombre entre en su vida. Ella mandó al diablo el amor.
Sin embargo, a nuestra vendedora de flores nunca le hacen falta las citas, solo que las toma como juego y nunca deja que se conviertan en algo más, sabe cuándo poner el freno de mano.
Sin embargo, siempre hay un día, siempre lo hay y donde uno menos lo piensa salta la liebre. Como por ejemplo, el día en que Genevieve conoce a Greg Gatlin (encarnado por el actor John Corbett), quien es un tipo de buen aspecto físico.
No solo eso, Greg es un sujeto divertido y humilde, quien se ha radicado en la ciudad desde hace muy poco, dejando atrás su carrera de abogado y quien acaba de montar un restaurante:
Como se dice en el propio boletín de prensa, el solterito de Greg es también un “partido ideal” para cualquier mujer. Durante su primera cita con Genevieve, esta le explica a Greg sus condiciones: solo sale con una persona hasta por cinco ocasiones, ¡cinco!, y nada de idilios.
Eso es lo que pretende Genevieve, pero con Greg todas las prevenciones de la dama de las flores parecen romperse. Se está enamorando locamente. ¡Se la lleva el diablo del amor!
Cuando esta por llegar la quinta cita entre ellos dos, ya están enamorados (el amor es así, aparece en las circunstancias más extrañas), pero cada uno pretende mantenerse fiel con su compromiso.
Nia Vardalos y John Corbett ya habían trabajado juntos en la exitosa película