Unos pocos gozaron con Cine Bajo las Estrellas

Atraídos por la posibilidad de ver producciones audiovisuales completamente nuevas para ellos, llegaron al lugar parejas de novios, esposos y familias completas, como la de Andrea Mata, quien asistió con sus hermanas y su abuela.

“Fuimos al mercado (donde se realiza las noches de variedades del Café Concert) y, como vimos que la primera presentación era un cuentacuentos que ya habíamos visto, nos vinimos para acá porque esto es más de adultos”, aseguró Mata.

El primer cortometraje de la noche fue Tierra fresca y mojada, de Daniel Peraza y Alejandro Ferlini. La pieza muestra el trabajo de los alfareros de Santa Ana.

Mientras en la pantalla se mostraban las imágenes algunos de los espectadores se sorprendían de reconocer a gente cercana como Jorge Luis Acevedo, director de la Escuela Municipal de Artes Integradas, o don Mario Hernández, alfarero local.

“¡Yo lo conozco!”, le dijo un muchacho a su pareja, mientras le apretaba el brazo para llamar su atención.

La noche continuó con una sencilla, pero simpática explicación de la sexualidad adolescente en Sexteens, del argentino Juan Pablo Xaramella; el dramático Tristesse, de Gean Carlo Calderón, y la ocurrente La vida y obra de Emiliano Villafuente , que cuenta la historia de un imaginario precursor del cine tico. Este trabajo es de Luis Salas.

Entre corto y corto, el público parecía jugar a las sillas calientes: dos se marchaban, pero llegaban cuatro; cinco salían del lugar, pero arribaba uno. Solo unas 30 personas se quedaron de principio a fin.

Como punto final de esa noche, una lección de historia hizo reflexionar sobre la situación política nicaraguense en Palabras mágicas (para romper un encantamiento ), de Mercedes Moncada.

Pese a la escasa asistencia, los más fieles dieron su agradecimiento. “Todo ha estado muy bonito. Nunca había ido a algo así antes”, dijo doña Lidilia Bolaños, quien fue con sus nietos a la presentación.