Con la observación de la gaviota ( Larus dominicanus ) en la bocana del río Colorado, en el Caribe, la lista de aves de Costa Rica alcanza los 903 registros.
Tal es el primer reporte de este tipo de pájaro para Costa Rica, y al momento se considera un registro accidental.
“Si año con año llegase, entonces se podría decir que está ampliando su ámbito de distribución durante el período migratorio, pero un caso no es suficiente como para asegurarlo”, explicó Julio Sánchez de la Unión de Ornitólogos de Costa Rica .
Quien avistó el ave a finales de diciembre del 2012 e inicios de enero del 2013 fue Sebastián Bonilla, guardaparques del Refugio Nacional de Vida Silvestre Barra del Colorado y asociado a la organización de ornitología.
“La identificación de la especie fue corroborada por expertos en gaviotas de Norteamérica consultados por los miembros del comité científico de la Unión de Ornitólogos de Costa Rica, encargados de elaborar la lista de aves de Costa Rica. También se compararon las fotos con individuos de museo”, destacó Luis Sandoval, quien es miembro del grupo de ornitólogos.
Costero. En un primer momento, el tamaño delató a la nueva gaviota. Según Sandoval, esta mide entre 52 y 58 cm (es más grande que las que frecuentan la bocana del río).
Al mirarla de cerca, Larus dominicanus posee la cabeza, el vientre y la cola del color blanco, y contrastan con el negro de sus alas. Una característica que la identifica es una mancha roja en el pico.
En cuanto a su alimentación, esta gaviota come moluscos equinodermos, esponjas, peces, gusanos y pequeños reptiles.
Es un ave que vive cerca de la línea costera. Se reproduce a lo largo de la costa o en islotes cercanos.
Esta especie se distribuye en el hemisferio sur del planeta (Suramérica, África, Australia y Nueva Zelanda). En América es común en Ecuador, Perú, Chile, Argentina y Brasil.
Según Sandoval, algunos individuos realizan ocasionalmente migraciones hacia el norte de América. “Esto ha hecho que se observen en sitios como la península de Yucatán”, comentó.
En cuanto a las amenazas, y según la Lista roja de la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) , esta especie es vulnerable a enfermedades, a los derrames petroleros, y a quedar apresada en las redes de arrastre de los barcos pesqueros.
Actualmente se trabaja en un artículo científico sobre la ocurrencia de esa especie en nuestro país. Esta labor está a cargo de Bonilla, quien publicará el artículo en una revista científica.