El triceratops, uno de los dinosaurios más conocidos, caracterizado por sus cuernos y la gola o estructura que se extendía atrás de su cabeza, nunca existió como una especie individual, sino que, más bien, fue la etapa juvenil de otro tipo de dinosaurio menos conocido: el torosaurio.
El descubrimiento fue realizado por un grupo de paleontólogos estadounidenses, que explican en el Journal of Vertebrate Paleontology la forma en que llegaron a esta conclusión.
Según señalan los científicos, la confusión se dio debido a que el cráneo de este animal –extinto hace unos 65 millones de años– cambiaba notablemente en su paso de la juventud a la adultez.
El triceratops es una especie descrita como tal desde 1889. Los primeros huesos de este animal fueron descubiertos en 1887 en Colorado, Estados Unidos.
Dos años después de la descripción del triceratops, apareció también en Estados Unidos una especie muy similar, a la cual se le bautizó como “torosaurio”. En comparación con el triceratops, el torosaurio tenía un cráneo más grande, con dos agujeros en su gola.
Tras analizar decenas de fósiles de triceratops y de los pocos conocidos de torosaurios, los expertos ahora llegaron a la conclusión de que, en realidad, es la misma especie.
Los expertos analizaron el largo, ancho y grueso de los huesos. Examinaron la microestructura, textura de superficie y cambio en la forma de las golas.
Estudios con microscopio revelaron que los huesos de torosaurios habían sido más fuertemente remodelados que los del más grande de los triceratops estudiados, lo cual sugiere que los torosaurios son, en realidad, triceratops, dijo John Scannella, de la Universidad de Montana.
Además, incluso en triceratops considerados previamente como adultos, el esqueleto estaba siendo afectado por grandes cambios.
En declaraciones a la BBC , Jack Horner, paleontólogo de la misma universidad, dijo que el nombre por utilizar desde ahora para referirse a la especie será “triceratops”. “Nos
desharemos del nombre ‘torosaurio’ en los libros de texto. De todas formas, nadie lo conocía”, dijo.
Otra visión. Uno de los principales problemas que afrontaron los paleontólogos es que las versiones juveniles de los dinosaurios no eran solo versiones más pequeñas de los adultos.
Al contrario, según han comprobado investigaciones anteriores, algunos dinosaurios jóvenes cambiaban su estructura de forma notable cuando maduraban. Además del ahora conocido caso del triceratops, otros científicos ya habían notado este cambio abrupto en tiranosaurios.
“Los paleontólogos estamos en desventaja porque no podemos salir al campo y observar un triceratops vivo, creciendo de cría a adulto”, dijo Scannella.
Agregó que el hallazgo sugiere que los paleontólogos deben valorar mejor la ontogenia (desarrollo del individuo) como responsable de pequeñas variaciones entre lo que pueden parecer especies distintas, y evitar así nombrar nuevas especies de animales que realmente ya se conocían.