En las primeras horas de la mañana del jueves 7, mientras la perfecta luz de octubre empezaba a pintar de otoño el paisaje de Nueva York, Mario Vargas Llosa recibió por teléfono la noticia largamente anhelada.
Más tarde, en una nutrida conferencia de prensa en el Instituto Cervantes de Nueva York, confesaría que estaba leyendo algo de Alejo Carpentier para sus clases como profesor invitado en Princeton.
Con el anuncio público la prensa le cayó en su casa; la televisión española fue de los primeros medios en entrevistarlo. Él estaba dispuesto. Una sonrisa enorme, que se había hecho esquiva desde 1990, florecía incontenible en su rostro por lo general adusto, disfrazado ahora por la alegría. Con desparpajo reconoce: “Este es un premio que halaga enormemente la vanidad de un escritor”.
Muchas veces se le había mencionado como posible candidato al mayor galardón de las letras, quizás porque muchos advertían que se lo merecía.
Revela que prepara su próximo ensayo que es sobre la sociedad del espectáculo; pero la mañana del jueves él mismo se vio convertido en uno de los más llamativos para los medios de comunicación, el menos en Occidente.
Nacido en Arequipa, al sur del Perú, el 28 de marzo de 1936, Mario Vargas Llosa es uno de los escritores más importantes en lengua castellana.
Fue figura emblemática del
La obra narrativa de Vargas Llosa destaca por su gran trabajo con el idioma que le provee una lectura fluida y cautivante y sus personajes maravillosamente dibujados.
La academia le reconoce su manera de expresar el poder y la condición del individuo frente a él.
Su tentativa fracasada de asumir la presidencia de Perú en 1990 quizás haya sido el fallido intento freudiano de resolver ese antiguo conflicto con su padre.
Pero la producción y el trabajo literario fueron el refugio y la sublimación de sus frustraciones.
Cuando el recién encontrado padre lo envió de interno al Colegio Militar Leoncio Prado, para evitar que se hiciera “un mamita” y anduviera metido entre libros, Vargas Llosa enfrentó la cruda realidad del maltrato y los abusos. Más tarde tradujo aquella experiencia en su primera novela
Un año antes de graduarse abandonó la escuela militar y se refugió en la casa de su abuelo materno en Piura, al norte del país, donde terminó la secundaria y dio sus primeros pasos en el periodismo.
Luego regresó a Lima para estudiar Derecho y Literatura, pero continuó con su trabajo periodístico, esta vez en la Radio Central. Del mundo de la bohemia surgió años más tarde su segunda novela y una de las más experimentales
Gracias a una beca, en 1959 viajó a España para estudiar el doctorado en Letras en la Universidad Complutense de Madrid.
El contacto con la vida intelectual en Europa y la red de amigos escritores que había construido por artículos que escribía para revistas en varios países latinoamericanos, lo llevaron por una senda que ya no quiso abandonar nunca.
Se trasladó a vivir a París, que era por entonces la meca de los intelectuales latinoamericanos. Entre penurias económicas y fascinación pasó algunos años de mucho trabajo literario mientras preparaba su carrera de escritor. Los relatos que escribió en esos años los reunió en un primer libro de cuentos
En 1981, publica una de sus novelas más aplaudidas,
Los 80 fueron años de más participación política de Vargas Llosa con centeneras de artículos en la prensa internacional donde se oponía a la mayoritaria tendencia izquierdista de la intelectualidad latinoamericana y de sus antiguos compañeros escritores. De esta época son obras consideradas menores como
Eso lo llevó a la participación política directa por la presidencia en Perú en 1990 que culminó con una dolorosa derrota. Tras esa experiencia asume la nacionalidad española y publicó sus memorias
Tras una fallida
Más recientemente con
En noviembre próximo aparecerá su novela