Aunque se preocupan por la cantidad de basura en ríos y calles, los costarricenses aún no están conscientes de que pueden revertir esta situación si tan solo separasen y reciclaran el vidrio, el plástico, el aluminio y el papel.
Así se reflejó en el capítulo ambiental de la encuesta nacional de percepción, aplicada por Unimer a solicitud de
Esta encuesta se realizó del 22 al 30 de julio de 2010. Se cubrió todo el territorio nacional y contó con una muestra que alcanzó las 1.210 personas adultas. Su nivel de confianza es de 95% y tiene un margen de error de 2,8%.
Ahora, el 23% de los encuestados se preocupan por el mal manejo de la basura, y por eso lo jerarquizaron en segundo lugar en la pirámide de problemas ambientales. En el primer puesto está un tema relacionado: la contaminación de los ríos (33%).
No es para menos. Según datos de la Asociación Terranostra (ATN), solo en nuestros hogares generamos unas 4.500 toneladas de residuos sólidos al día.
El 30% de ellos terminan en ríos y cauces de agua, los cuales desembocan en la costa y el océano. El otro 70% son materiales que aún pueden reusarse y, en todo caso, reciclarse.
Para agravar la situación, según ATN, existen apenas cinco rellenos sanitarios en el país donde se les da un tratamiento adecuado a los desechos, en contraposición a los entre 70 y 100 vertederos o botaderos a cielo abierto.
“Lo que pasa es que la descomposición de los residuos es la tercera causa de generación del metano, uno de los gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global, después de los sectores del transporte y la ganadería”, destacó Giovanna Longhi, de ATN.
Con respecto a una encuesta similar aplicada por Unimer en el 2002, el porcentaje de personas que tienen este hábito decayó: si en el 2002 fue 46%, en el 2010 bajó a 38%.
En el caso de los plásticos se da una situación similar. El 49% nunca o casi nunca los separa de la basura, mientras que el 31% sí lo hace, y un 20% lo hace a veces.
Eso sí, en comparación con el 2002, el porcentaje de las personas que sí lo hace es mayor. Se pasó de 27% en el 2002 a 31% en el 2010.
Por otra parte, sí existe una mayor conciencia sobre no dejar basura en lotes baldíos.
Un 71% dice que nunca o casi nunca deja bolsas en estos espacios, pero el 14% sí lo hace.
Esta es una conducta que ha empeorado. En el 2002, apenas un 4% siempre o casi siempre lo hacía, pero, en el 2010, este porcentaje se incrementó a un 14%.
“Parte del problema es que algunas municipalidades no hacen recolección diferenciada y la gente se frustra”, comentó Longhi.
Ahora, con la
“Lo que pasa es que vivimos en una sociedad consumista, donde esos principios no son prioridad. Además, no comprendemos que todo tiene consecuencias. Eventualmente, el ambiente nos lo devuelve”, reflexionó Longhi.