- An employee shows how to pay at a vending machine with a mobile phone and Visa payWave contactless payment system on February 27, 2013 at the Mobile World Congress, the world's biggest mobile fair, in Barcelona. The European Union warned member states on February 26 to free up the airwaves for new, super-fast fourth generation mobile networks and threatened legal action against those that deliberately block the process. AFP PHOTO/JOSEP LAGO (JOSEP LAGO)
Barcelona, España. Costa Rica ya posee condiciones para enrollar su telefonía móvil en las redes de cuarta generación (4G), pero aún faltan las empresas e instituciones dispuestas a invertir en ofrecer servicios en ella.
Las redes 4G son capaces de proveer variedad de servicios de valor agregado (como el pago o identificación desde un celular) . Además, ofrecen una velocidad de conexión a Internet que es comparable a la de un enlace físico de fibra óptica.
En el país ya hay condiciones. Existe la firma digital, cada ciudadano usa su cédula en todo lado para cualquier trámite e incluso, el Estado tiene un segmento de la banda 1800/ 1900 MHz que no se vendió hace dos años cuando hubo subasta de espectro de radiofrecuencias.
Este espectro es un recurso natural limitado conformado por las ondas electromagnéticas que se propagan en el aire. Sus divisiones, las bandas de transmisión, se usan para telecomunicaciones, radio, seguridad y emergencias. Básicamente mueve todo.
Una red 4G, aparte de más velocidad para mover datos desde web, podría ayudarle a saltarse virtualmente las filas al gestionar la licencia, citas médicas en el Seguro Social, subirse un avión o hacer diferentes pagos.
Las bases de datos del Tribunal Supremo de Elecciones y Registro Civil son digitales y la firma digital, bueno, ... es digital.
Todo está en quién invierta y agregue servicios de valor agregado como apps dedicadas a trámites rutinarios o la tecnología NFC o comunicación de campo próximo. Ahí es donde el país parece estar estancado.
Los reguladores y Gobiernos nacionales son clave en la adopción de estas redes LTE (Long Term Evolution) que vuelven más eficiente el uso del espectro radiofónico, ese espacio donde también se inserta el ancho de banda inalámbrico para los aparatos móviles: celular y tabletas.
Por eso, esta es preocupación latente en el Congreso Mundial de Móviles. Por ejemplo, la firma de consultoría y análisis Wireless Intelligence reveló que las redes 3G y 4G sumarán 4,25 billones de las 8,5 billones de conexiones previstas para el 2017. La otra mitad es GSM.
Hoy la red 4G es el 1% de la globalidad de conexiones, pero se prevé que alcance el 10% para ese año.
Actualmente, solo existen 117 redes 4G activas en 56 países; sin embargo, cada vez aparecen más aparatos equipados para esta plataforma: el iPhone 5 de Apple y el Galaxy S3 de Samsung son los más notables. Este año 2013, se prevén en Latinoamérica 16 redes más, abarcando Chile, Argentina, Ecuador, Perú y Uruguay. Brasil, Colombia y México ya tienen sus redes.
Retos ticos. En Costa Rica el asunto quizás tome un buen tiempo. “Tenemos el espectro correcto, pero subutilizado. Insistimos: el Ministerio de Tecnología sigue sin hacer las reformas necesarias al plan nacional de asignación de frecuencias tal y como acordaron hacerlo en este año esa instancia y la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) ante la Contraloría”, lanzó ayer Carlos Raúl Gutiérrez, presidente de Sutel.
Gutiérrez, quien asistió al Congreso, expresó que es reiterado el mensaje y la convulsión de una parte de la industria: a los operadores de telefonía se les cayó el margen de ganancia de otros tiempos.
El superintendente considera que el camino planteado en el Congreso es la colaboración de Gobierno, operadores, banca y otros actores para volver atractiva una inversión en 4G en Costa Rica. “No se trata de cobrar más sino colaborar más entre actores económicos para crear nuevos servicios en línea donde los operadores podrían mejorar ganancias”, concluyó.