EE.UU. (The New York Times). Un mamut de unos 10.000 años de antiguedad encontrado intacto en los profundos hielos de las islas Novosibirsk, en Rusia, y las grandes extensiones de tejidos blandos encontrados en su esqueleto están siendo objeto de titulares que especulan sobre la posibilidad de recrear estas bestias peludas.
Sobre todo por un líquido peculiar encontrado alrededor de la carcasa, el cual, según el experto en mamuts de la Universidad Federal North-Eastern que encabezó la excavación, Semyon Grigoriev, podría ser sangre de mamut con células viables.
Esto parecería acercar más que nunca la posibilidad de resucitar a un mamut, pero la verdad científica es que todavía estamos muy lejos de siquiera soñar con dicha hazaña.
Nadie sabe realmente qué es el fluido oscuro que se filtraba debajo del mamut, mucho menos si el líquido contiene células de la bestia.
Poca posibilidad de clonación. Beth Spahiro, experta en ADN antiguo de la Universidad de California, en Santa Cruz, dice estar “súper emocionada” por el hallazgo de un mamut tan grande y relativamente intacto, y señala que “no creo que sea imposible que haya algo de sangre en el descubrimiento tan bien preservado”. Incluso, sospecha “que habrá cero células intactas en el hallazgo, sin importar si la sangre está preservada”.
Eso disminuye los sueños de ver mamuts caminando nuevamente. “Sin una célula intacta, funcional ---una que pueda ser diferenciada como célula madre en un plato de Petri---, no se puede clonar este animal”, aclara.
“Todavía estamos lejos de clonar algo parecido a un mamut”, dice Ross Macphee, un experto en mamíferos de la Era de Hielo del Museo Estadounidense de Historia Natural.
Por eso, lamentan que la concentración en la clonación haya distraído al público de la enorme información biológica útil que el nuevo mamut realmente podría aportar a los investigadores.
Tareas pendientes. Armar un perfil genético completo de un mamut es un problema que el fluido del nuevo mamut no resolverá, sin importar lo que resulte ser.
El ADN comienza a descomponerse al momento de la muerte, por lo que los paleogenetistas probablemente sólo extraerían del mamut fragmentos de material genético.
Después, intentarían poner esos fragmentos en un mosaico de ADN de la mejor aproximación de lo que pensamos que sería un genoma de mamut.
El resultado no sería el genoma de un mamut peludo resucitado; sería la mejor aproximación de la ciencia moderna a un mamut.
En todo caso, aún si se lograra clonar a un bebé mamut y se lograra que una elefante asiática – los parientes vivos más cercanos a los mamuts – lo llevara en su vientre, aún existirían obstáculos substanciales, desde la reconstitución del genoma de un organismo hasta defectos de nacimiento que hacen que los clones tengan una vida relativamente corta luego de nacer.
Una cabra montés de los Pirineos recientemente clonada – un mamífero ungulado con cuernos que se extinguió en 2.000 – murió minutos después de nacer, solo para citar un ejemplo.
Plan B. Otro camino es tomar el pariente más cercano de una especie extinta y modificar dicho animal a la forma de la especie perdida.
Pero los organismos no son simples reservas orgánicas de genes. Un elefante modificado para tener genes de mamut lanudo pudiera no tener la apariencia o comportamiento exacto de la especie extinta, dadas las complicadas influencias de desarrollo y ambiente donde está el organismo.
La tercera opción para el resurgimiento de las especies no es viable para los mamuts lanudos.
Llamada reproducción reversa, el proceso se basa en tomar animales domésticos y seleccionar los rasgos que más se asemejen a los de sus ancestros salvajes.
Este tipo de proyecto se está llevando a cabo para recrear un ganado salvaje muy grande llamado Uros, que alguna vez recorrió Europa. Pero debido a la falta de elefantes peludos domesticados, no funcionará para los mamuts.
Poco factible. ¿Deseable? Todos estos caminos de resurrección, movimiento llamado “de-extinción”, asumen que la reinvención de especies perdidas es una búsqueda que vale la pena.
El proceso nos podría enseñar mucho sobre la genética y biología de especies desaparecidas, pero ¿realmente es una buena idea?
“Gran parte de la discusión sobre la de-extinción ha sido mucha 'ciencia maravillosa’, centrándose demasiado en el desafío de clonar individuos y no lo suficiente en el contexto ecológico de las especies”, dice Jacquelyn Gill, una paleo ecologista con un postdoctorado de la Universidad de Brown.
Restan por resolverse muchas cuestiones sobre los mamuts y su ecología, desde cuántos individuos se necesitarían para sustentar una población hasta la futura posibilidad de cómo reaccionarían los animales al ecoturismo de mamuts.
“Es irresponsable utilizar los pocos dólares para la conservación de las especies en traer una especie de la Era de Hielo a un mundo en proceso de calentamiento donde decenas de elefantes han sido asesinados sólo este año por su marfil”, agrega Gill
Así, mientras algunos investigadores piensan en recrear especies extintas, seguimos perdiendo organismos únicos de nuestro propio tiempo.