Kingston (Jamaica). Un rival con la moral en alto, graderías llenas de fanáticos contrarios, un calor intenso y una cancha en pésimas condiciones son motivos suficientes para sufrir en esa capital antillana.
Ese es el panorama que enfrentará la Tricolor el próximo domingo, cuando a las 3 p.m. (2 p.m. en Costa Rica), enfrente a la selección de Jamaica, en partido definitorio para aspirar a un boleto rumbo al Mundial de Francia 98.
Luego de vencer, el domingo anterior, a Canadá por la mínima, los jamaiquinos elevaron la cotización de sus posibilidades, dado que también Costa Rica perdió en Estados Unidos, por igual marcador.
Costa Rica y Jamaica comparten el tercer lugar de la hexagonal de la CONCACAF, con ocho puntos, mientras México es líder con 11, seguido por los estadounidenses con nueve unidades.
La Tricolor tiene siete partidos, uno más que jamaiquinos y norteamericanos, y dos más que los aztecas.
Pésima gramilla
El estadio Nacional de Jamaica fue inaugurado el 4 de agosto de 1962 por la princesa Margarita de Inglaterra. Dispone de amplias graderías, pista de tartán, pero el terreno de juego es duro y presenta por lo menos tres tipos diferentes de zacate.
Unido a ello, los lunares donde no hay pasto se cuentan por legiones, especialmente en el centro y en las áreas.
Según explicó José Conejo Amador, embajador de Costa Rica aquí, el fenómeno conocido como El Niño afecta seriamente a esta ínsula.
"Hace mucho tiempo no llueve y las autoridades se vieron en la necesidad de racionar el agua. Por ello no se riega la gramilla, la cual se vuelve extremadamente dura", afirmó el diplomático.
Ayer, durante la inspección que hizo La Nación al mediodía, se comprobó que el terreno fue regado en horas de la mañana, aunque no en su totalidad, pues algunas áreas se mantenían resecas.
Tanto Conejo como su cónsul, Emilce Balma, manifestaron que la temperatura promedio durante el día en Kingston es de 33 grados centígrados.
Para la hora del partido, ambos funcionarios estiman que no será inferior a los 35 grados centígrados. "Las graderías se llenarán de jamaiquinos que bailarán y cantarán reggae, la música por excelencia de esta país."
"Durante todo el partido apoyarán a su equipo y si bien no se prevé ningún tipo de violencia, no desmayarán hasta impulsar a sus muchachos", sostuvo Balma.
Para ver este partido se venden tres tipos de entradas. La más barata, llamada de tercera categoría, cuesta $14 (¢3.332), la más cara cuesta $59 (¢14.012), mientras que existe otra de $29 (¢6.887).
No obstante, la Federación Jamaiquina informó oficialmente a Conejo que los aficionados costarricenses que vengan a observar el partido tendrán que comprar la localidad más cara, pero a $60 (¢14.250).
Esto implica que los ticos tendrán que pagar un dólar más por su entrada y no podrán comprar otra localidad, pues solo en la más cara se les garantiza la seguridad.