¿Sirve de algo reportar sobre ciencia?

Es posible que sí, pero si no, existe una especialización del periodismo cuya vocación es precisamente seducirlo y acercarlo a esta información. Se llama el periodismo científico. ¿Funciona? Dígamelo usted.

Yo quiero pensar que sí y ayer, en el congreso de ciencia, en Boston, colegas de otros países dicen que en este momento urge darle categoría de noticia al conocimiento.

No son poco los obstáculos para lograrlo y en presencia de miles de investigadores, cuatro reconocidos periodistas estadounidenses se subieron al podio para hacerse oír. Acceder a los científicos es uno de los principales retos: identificarlos y que acepten las entrevistas es toda una maniobra.

“Hablen con la prensa. Si hay información de sus proyectos la gente la va a encontrar de todas maneras. Es mejor generar información de calidad”, manifestó Dean Cornelia de The New York Times .

“No nos traten de idiotas (...).Cuente las cosas como se las diría a un tío o primo en una reunión familiar”, aseguró Juliet Elperin, periodista de medio ambiente en The Washington Post . Elperin, quien fue mi mentora en una pasantía en ese diario en el 2010, remató señalando que no son necesarias las largas introducciones teóricas que usan algunos científicos para legitimar el estatus de ‘quien es el que sabe’.

“No trate de lucirse. Dígalo simple”, añadió Alan Boyle, editor de ciencia de NBC News Digital y autor del blog Cosmic Log y del libro El caso de Plutón .

Por su parte, Christopher Joyce, periodista de la radio nacional de EE. UU. (NPR), concluyó: “Nunca tengas miedo de compartir tu entusiasmo”. Según él, la mayoría de las mejores historias se narran mejor cuando se cuentan desde la pasión del corazón; es decir, sin tanto protocolo. De eso se trata el periodismo científico, de compartir el entusiasmo por el conocimiento y la posibilidad de poder hacer algo.