Si eran 30 las personas que aguardaban en las afueras del Palacio de los Deportes al concierto de Bob Dylan, fue decir mucho.
Ayer, solo pocos (los más fiebres de la carrera del cantante estadounidense) se dieron cita horas antes de la presentación del artista en suelo nacional.
Julieta Rodríguez fue una de las que desde las 3 p. m. hizo fila –aunque eran pocos los que estaban en esa situación–, junto con su hijo Jorge. Ambos llegaron de San José para ver a Dylan.
Ella es seguidora de su carrera desde que tenía 13 años. Jorge, de 19, siguió los pasos de su progenitora y su interés por el intérprete de Blowin' in the Wind cada vez es mayor. “Acaba de comprarse (Jorge) una antología de Bob Dylan y ambos pasamos escuchando cada canción para venir bien preparados”, manifestó Rodríguez.
Adelante en la fila, un grupo de cinco jóvenes entró en una discusión sobre datos biográficos del artista. Que si los habían visto años atrás en el desaparecido programa Hola juventud o los leyeron en la Rolling Stone , la charla bajo la lluvia tardó más de una hora.