Las empresas costarricenses fabricantes de bolsas de plástico, películas de polietileno y tubos han visto encarecer la producción de estos artículos debido al alza en el precio internacional de las resinas.
Este material se utiliza como insumo para la elaboración de diferentes productos, como por ejemplo las bolsas que el consumidor recibe en las pulperías, panaderías o supermercados, o el empaque de las tortillas para tacos.
Desde mediados del 2010, el precio internacional de la resina comenzó su camino ascendente, reconocieron diferentes empresarios ligados a la producción de plásticos.
Andrés Yankelewitz, vicepresidente de Yanber (que fabrica productos de polietileno), explicó que el precio del material subió, entre otras causas, porque los fabricantes estadounidenses (principales proveedores de resina del país) bajaron su producción.
Diengo Chou, de la empresa Plástico Tico, añadió que esta situación genera una menor oferta y, por consiguiente, dispara la demanda y los precios.
Otro factor relacionado con los altos precios de la resina es el invierno en Estados Unidos, que golpeó con dureza al país, ante lo cual las fábricas anunciaron interrupciones en su producción.
Lo mismo le pasó a Alberto Chavarría, propietario de Delvaplast, quien por una tonelada de resina de baja densidad pasó de pagar $1.675 la tonelada, a $2.140. La firma produce bolsas y envases plásticos.
“Al inicio tratamos de asimilar los precios para no golpear a los clientes, pero conforme aumentaron internacionalmente tuvimos que elevarlos y es tal el incremento en la tonelada de resina que ya preparamos otro aumento para junio”, expresó Chavarría.
Este golpe lo han sentido Óscar Mora, dueño de Tortillas Encantadas, y Maureen Ureña, de la panadería Espiga Real, ambos negocios ubicados en Alajuela.
Mora comentó que sus costos de operación se incrementaron por encima del 10%, y un factor que contribuyó en ello fue el precio de las bolsas. Por su parte, Ureña dijo que ahora gasta entre ¢50.000 y ¢60.000 semanales por las bolsas para el pan, frente a ¢40.000 y ¢50.000 que solía pagar meses atrás.
A raíz de esta situación, los empresarios indicaron que han tenido que socarse la faja en otras áreas de su negocio para afrontar el alza en la resina, material que, en diferentes formas, está presente en las casas costarricenses.