San José (Redacción). Los magistrados de la Sala IV acogieron hoy una acción de inconstitucionalidad que detiene el otorgamiento de permisos para cultivo de transgénicos en el país.
La acción fue interpuesta por 13 representantes de distintas asociaciones ecologistas del país, entre ellos, el diputado del partido Frente Amplio, José María Villalta.
La acción pretende que se declaren inconstitucionales tres artículos del Reglamento a la Ley de Protección Fitosanitaria, los cuales regulan los permisos para la liberación al ambiente de materiales transgénicos, que según los recurrentes, no contemplan la realización previa de una evaluación de impacto ambiental.
Además, en la acción se alega que dichos artículos “violan el derecho al ambiente sano, ecológicamente equilibrado y desprotegen severamente el ambiente”.
Según el diputado Villalta, aunque solo recurrieron las normas que permiten otorgar los permisos a cultivos genéticamente modificados, sí afectaría el inicio de la siembra de maíz por parte de la transnacional DPL Semillas (propietaria de Monsanto).
“Sobre el maíz no se ha dictado la resolución final. Lo que hay es un dictamen de la Comisión de Bioseguridad que avala dar el permiso, pero todavía no se les ha dado el certificado de operación”, explicó.
Esta posición fue respaldada por el representante de las asociaciones ecologistas en la Comisión de Bioseguridad, Fabián Pacheco, quien confirmó que aún está pendiente otorgar la licencia Bio02 a la firma transnacional, necesaria para iniciar las operaciones.
La Nación intentó conocer la versión de la presidenta de la Sala Constitucional, Ana Virginia Calzada, sobre si la suspensión de permisos afecta también a DPL Semillas, pero no contestó las llamadas realizadas a su teléfono celular.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria, Álvaro Sáenz, mencionó que no entiende la ignorancia de acoger argumentos falaces impulsados por algunos ambientalistas, debido a que durante años se ha importado el maíz transgénico desde Estados Unidos.
“No deberían de meter miedo de que se van a producir mutaciones, si esto fuera cierto, durante los últimos años se hubiera muerto mucha gente”, destacó.
Agregó que, sin duda alguna, hay que custodiar la importación de esos productos, como se hace con los medicamentos y otras mercancías, pero sin “satanizar” que todos son dañinos para la salud.