Los presos que están en la cárcel de San Sebastián, en San José, tendrán un espacio para fumar.
Esta fue la orden que dio la Sala Constitucional a las autoridades de Adaptación Social y del propio centro de reclusión, mediante el voto 15388, divulgado ayer por la oficina de prensa del Poder Judicial.
Los privados de libertad acudieron a la Sala para reclamar que no les permiten fumar en los pabellones, así como por la prohibición a la venta de cigarros en la pulpería del centro penal.
Además, se quejaron porque desde el 1.° de octubre no se permitía el ingreso de cigarrillos.
El Ministerio de Justicia, encargada de las cárceles, giró esas directrices en acatamiento de la Ley General de Control de Tabaco y sus Efectos Nocivos en la Salud, vigente desde marzo.
Dicha normativa limita el fumado en centros de trabajo e instituciones públicas.
Cambio de plan. Los magistrados, sin embargo, acogieron en forma parcial el recurso planteado por los reos y ordenaron “tomar de forma inmediata las medidas necesarias a fin de habilitar un espacio abierto en el cual los privados de libertad puedan consumir tabaco”.
Ante el mandato, Reinaldo Villalobos, subdirector de Adaptación Social, explicó que esperan conocer la resolución completa para girar las instrucciones.
Villalobos confirmó que semanas atrás se aplicaron una serie de restricciones para el consumo de tabaco en esta prisión.
La intención, dijo, era convertir ese penal en un espacio libre de humo y ofrecer a los reos programas y talleres para dejar esta adicción, siguiendo recomendaciones del Ministerio de Salud y del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
Ahora, deberán cambiar las disposiciones para acatar la sentencia de la Sala Constitucional.
“Habrá que estimar los espacios necesarios para los privados de libertad que fumen, en un ambiente que no haga daño a los demás”, dijo Villalobos.
La cárcel de San Sebastián, en este momento, es uno de los cuatro centros penales más hacinados del país, con un 79,5% de sobrepoblación.