06/10/08. Hora 4pm. En el museo de la Universidad de Costa Rica se encuentra este sapito llamado Bufo Holdridgei, el cual esta extinto. Carlos Len/LN.
Tres especies de anfibios –un sapo y dos ranas– que se creían extintos en el país se observaron recientemente en las faldas de los volcanes Barva y Poás, así como en la zona de Monteverde.
La información la dio a conocer este mes un grupo de expertos en anfibios de Mesoamérica.
Ellos se dieron a la tarea de revisar la llamada Lista Roja de especies en peligro de extinción del país, para actualizar el estado de cada una de ellas.
Se llevaron varias sorpresas positivas. Por ejemplo, corroboraron la reaparición de del sapo
Por su parte, la rana
“No se trata de una mejora en la metodología porque se vieron en el mismo sitio donde se han buscado en los últimos 30 años”, aclaró Yolanda Matamoros de Fundazoo y una de las autoras del informe del Grupo de Especialistas en Conservación y Reproducción de Mesoamérica (CBSG, por sus siglas en inglés).
Para Matamoros, esta no es la única buena noticia. “Aunque parecía que los anfibios iban a ser los animales más afectados por el cambio climático, tenemos estudios de poblaciones que dicen que se están recuperando”, aseguró.
La Lista Roja tiene nueve categorías. De estas, tres son consideradas de amenaza: peligro crítico, en peligro y vulnerable.
El informe de los expertos en anfibios del CBSG evidenció que siete especies consideradas como en peligro crítico de extinción dieron un respiro debido al alza de su población, es decir, que se podrían estar recuperando.
Ese es el caso de la rana de ojos rojos (
“Se está dando una mejoría, pero no quiere decir que dejan de estar en peligro crítico”, dijo Federico Bolaños, científico de la Escuela de Biología de la Universidad de Costa Rica (UCR) y también autor del informe de CBSG.
Costa Rica sufrió una disminución de sus poblaciones de ranas y sapos a finales de los años 80, al punto de registrar extinciones. Esto fue debido a una serie de factores como variaciones en la temperatura, la presencia de un hongo y pocos individuos por especie, entre otros.
Los anfibios sobrevivientes, aunque mermados en número, lograron mantenerse y, gracias a los mismos procesos de evolución, han ido recuperando sus poblaciones.
“Lo que estamos viendo es que los organismos se están adaptando a las nuevas condiciones. Es la misma naturaleza buscando su equilibrio”, explicó Bolaños.
Sin embargo, no todos corren la misma suerte. Los expertos señalaron tres especies que probablemente están extintas: