San José (Redacción). Realizar caminatas a un paso moderado y de forma regular mejora la vida de quienes han sufrido un ataque cardiaco.
Son los resultados de un estudio que analizó 128 casos de sobrevivientes de ataques al corazón, a los cuales dividieron en dos grupos: quienes recibían masajes terapéuticos y quienes caminaban tres veces por semana a una intensidad moderada.
Respecto de los primeros, quienes se ejercitaban regularmente reportaron una mejora de 16,7% en su calidad de vida, con base en su salud física.
Además, eran capaces de caminar 17,6% más y tenían una frecuencia cardiaca en reposo 1,5% menor.
“Caminar es una excelente forma de volverse activo después de un paro. Es algo que nos es familiar, que no es caro y que podemos hacer fácilmente de forma regular”, expresó Carron Gordon, autor líder del estudio.
Esta actividad física puede ayudar a controlar la presión sanguínea, reducir los niveles de lípidos y grasas y ayudar a mantener el peso.
Por eso, la American Heart Association recomienda, a quienes han sufrido un paro cardiaco, realizar ejercicio aeróbico mínimo tres veces por semana, durante al menos 20 minutos.