Psy South Korean rapper Psy performs his massive K-pop hit "Gangnam Style" live on NBC's "Today" show, Friday, Sept. 14, 2012, in New York. (Photo by Jason DeCrow/Invision/AP Images) (Jason DeCrow)
La antítesis del ídolo pop terminó el 2012 como el artista pop del año. PSY al final se salió con la suya, muy a pesar de los deseos paternos y de remar contra la lógica de la industria musical.
Este surcoreano regordete de 34 años tiene meses de dictarle al mundo un nuevo modo de baile, uno que requiere cabalgar un caballo imaginario... y cero miedo al ridículo. Park Jae-sang, conocido por su nombre artístico PSY, es la persona más famosa de esa nación asiática, como bien reconoció su compatriota y anterior dueño del título, el secretario de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Todo esto se deriva de un video que debutó en Youtube a mediados de año y que con más de 717 millones de reproducciones se consolida día a día como el segundo más visto en la historia de ese portal de audiovisuales, solo superado (por ahora) por Baby , de Justin Bieber.
Y es que si bien Gangnam Style es una canción pegajosa, su éxito se generó no por los oídos, sino por los ojos. Es gracias al divertido y absurdo video del tema que PSY termina el 2012 como uno de los artistas de mayor proyección internacional, con millones de jóvenes occidentales imitando su desquiciada coreografía y repitiendo líneas de un idioma del que antes solo sabían decir Hyundai, Kia y Samsung.
El hijo de papi
El que su hijo fuese un astro de la canción nunca estuvo entre los planes del papá de PSY. Park Won-Ho es el presidente de la DI Corporation, una firma de manufactura de semiconductores y que llegaría a estar en manos del hijo.
La historia fue otra: PSY viajó a Estados Unidos para estudiar administración en la Universidad de Boston pero a los pocos meses abandonó la carrera y se gastó un dineral en instrumentos. En esa misma ciudad se enroló en el prestigioso Berklee College of Music, pero regresó a Seúl sin terminar los estudios.
El hijo del ejecutivo se convirtió en rapero, se casó con una cellista y es hoy el feliz padre de gemelas. Desde el 2001 empezó una prolífera carrera musical, editando seis álbumes, consolidándose como una anomalía entre una escena pop coreana (K-pop) llena de intérpretes de apariencia física tan artificial como perfecta, y siendo censurado con frecuencia por las autoridades debido a sus letras de moral “cuestionable”.
En su hoja de vida también destaca su paso por las filas del ejército surcoreano, donde cumplió el servicio militar obligatorio, y un arresto por posesión de marihuana, que lo privó de poder asistir al funeral de su abuelo.
El cantante es oriundo y se crió precisamente en el distrito Gangnam, uno de los más adinerados e influyentes de Seúl. Y si bien la canción que lo catapultó toma su título de esa región, la letra no hace referencia a sus habitantes, sino a los ridículos con aspiraciones de darse la gran vida... al estilo gangnam (igualados, para decirlo en sencillo).
Pese a todo eso, el padre de PSY ya no sufre: las acciones de su empresa se dispararon tras el éxito de Gangnam Style . Nadie sabe para quien trabaja.
La canción de todos
PSY es objeto de estudio en las universidades más serias. No es cuento.
Quienes han analizado su fenómeno coinciden en que un gran acierto de parte del surcoreano fue el no hacer reclamos de derechos de autor sobre Gangnam Style , una vez que el video se tornó viral.
Así, en vez de andar persiguiendo a quienes lo parodiaban, el cantante dejó la puerta abierta a los que quisieran emular su baile. Hoy son centenares los videos profesionales y aficionados que copian sus movimientos, todos abonando a la extensión de la leyenda.
Desde luego que el dinero le ha llegado, y a raudales: su canción tiene meses de estar entre las más descargadas de iTunes, y PSY obtuvo un contrato con la misma disquera de Justin Bieber. Y todo gracias a un video... a EL video.