Hace tres años, cuando Rónald Herrera Borges hizo un examen para ingresar a la Fuerza Pública, no reflejó ningún trastorno mental o conducta problemática que impidiera ser tomado en cuenta en ese cuerpo policial.
Así lo explicó ayer Sergio Rechnitzer, jefe del aérea de Psicología del Ministerio de Seguridad.
El funcionario señaló que los aspirantes realizan un examen que consta de tres etapas. Una de ellas es una prueba de conocimientos básicos, mientras que las otras dos evalúan la personalidad. “Esas descartan que una persona tenga tendencias psicopatológicas de riesgo... Las tendencias encontradas en este muchacho (Herrera) estaban dentro de lo esperable”, indicó Rechnitzer.
“Ahí tendríamos que definir ‘tendencia’. Porque una cosa es la etiqueta, o sea, el nombre que que él le dé a cierta cosa, y otra es la conducta”, agregó el experto.
Además, indicó que las pruebas no consideran ideologías.
Herrera, de 26 años, ingresó a la Fuerza Pública en el 2009. Él se define como un seguidor del nacionalsocialismo. Anteayer, sus fotografías en Facebook causaron revuelo por posar con símbolos nazis e, incluso, fue despedido de su cargo.
La defensora de los habitantes, Ofelia Taitelbaum, manifestó que el caso de Herrera se estudiaría como uno de discriminación.