Era una de las teorías de su existencia, pero ahora existen las pruebas necesarias para respaldarla: la Luna nació tras la colisión de un gran cuerpo con la Tierra hace unos 4.500 millones de años.
Científicos estadounidenses analizaron de nuevo las rocas traídas a nuestro planeta tras las misiones Apolo. La investigación reveló el hallazgo de nuevos elementos conocidos como volátiles.
Para examinar las rocas, los investigadores utilizaron un espectrómetro de masas que permitió acceso a información y datos que hace apenas cinco años no se habían podido obtener.
Comparadas con rocas de la Tierra y Marte, las de la Luna tienen muy poco zinc, un elemento volátil. El faltante es tal que es más probable que se haya evaporado en un solo gran momento (una colisión de muy grandes proporciones) que en un proceso más largo y de menor escala.
Esto llevó a los especialistas a concluir que una evaporación de escala planetaria ocurrió en la historia de la Luna, justo lo que la creó, tras su choque con la Tierra. Esa sería la única manera de explicar la baja ausencia de este elemento, que en su mayoría se evaporó.
La siguiente fase de la investigación será averiguar por qué la Tierra no tiene el mismo faltante de zinc y otros elementos volátiles que la Luna, algo que también podría ayudar a responder porque nuestro planeta está mayormente cubierto por agua.