La presidenta Laura Chinchilla lanzó su carta a la mesa, y los diputados aceptaron anoche a Luis Fernando Mendoza como candidato para presidir la Asamblea Legislativa, a partir de hoy y por el último año del Gobierno.
Sin ser el más mediático de los 24 legisladores liberacionistas, Mendoza Jiménez, de 51 años cumplidos y declarado “hijo adoptivo y predilecto del cantón de Abangares”, surgió como el nombre de confianza del Gobierno para llevar las riendas de la Asamblea.
El ministro de la Presidencia, Carlos Ricardo Benavides, hizo el anuncio anoche, luego de una reunión en la Casa Presidencial que no tardó más de 90 minutos.
“En estos temas es usual que Casa Presidencial exteriorice su posición, al final de cuentas es una decisión de los diputados”, explico el ministro.
Estuvieron presentes 22 de los 24 parlamentarios del Partido Liberación Nacional (PLN), solo se excusaron Rodrigo Pinto y Antonio Calderón. Sin embargo, el apoyo de los legisladores aún está a prueba, y será hasta después de la elección de hoy que ese apoyo se haga patente.
Sobre los demás puestos del Directorio legislativo, Benavides precisó que se podrían definir hoy previo a la votación.
En la víspera. El acuerdo llegó en la víspera de la votación de los seis puestos del Directorio legislativo, programada para las 9 a. m.
Benavides aseguró que se trata de un acuerdo unánime de los diputados por apoyar la propuesta de Chinchilla, luego de semanas de tensiones internas que abrieron frentes de discusión y choque entre los verdiblancos.
Según Benavides, Chinchilla fue quien propuso a Mendoza, un diputado de perfil moderado dentro de la bancada del PLN.
La gobernante también planteó los nombres para el jefe y la subjefa de fracción, que también recibieron, según Benavides, un voto de apoyo unánime.
De esta manera, el nuevo jefe socialdemócrata sería Edgardo Araya y como subjefatura se mantendría Siany Villalobos.
Araya, quizás el más arayista de los diputados, es al igual que Mendoza, un diputado que observa con disciplina las directrices de Chinchilla.
No más fuego. La decisión de anoche en Zapote, además de dar por terminada la incertidumbre, plantea un alto el fuego que se había desatado a lo interno de la fracción de Gobierno.
Las disputas por la Presidencia legislativa, entre quienes apoyaban a Luis Gerardo Villanueva y quienes apostaban por la reelección de Víctor Emilio Granados, de Accesibilidad Sin Exclusión, supusieron un desgaste de tres semanas para la bancada.
Ayer en horas de la tarde Villanueva declinó de sus aspiraciones y por un momento, el nombre de Fabio Molina, jefe de fracción saliente, se mencionó para llegar al cargo, pero tampoco obtuvo el apoyo necesario.
Chinchilla había pasado un trago amargo el lunes, al chocar con Villanueva en su intento de volver a ocupar el cargo (fue presidente en el primer año de este Gobierno); sin embargo, al final el plan no se le dio.