En la primera reunión de jefes de fracción, eso es el jueves 6 de mayo, el diputado (Wálter) Céspedes Salazar solicita que se estudie el expediente 17.684 que pretende equiparar el salario de los diputados al de la Contralora General de la República. A raíz de esa propuesta tocamos el tema.
Hubo una manifestación del grupo para ver la posibilidad de aumentar el salario.
Tuvimos varias reuniones donde se conversó el tema y se vio la posibilidad de que la Asamblea pudiera dejar aprobado el aumento.
Lo vimos con varias de las autoridades y efectivamente hicieron un esfuerzo entre las fracciones anteriores de dejarlo aprobado.
Se hablo con Jorge Méndez, con varios diputados que estaban algunos a favor de aprobarlo y otros no.
Al final no se aprobó, ellos le dieron prioridad a otros temas.
En realidad lo que hicimos fue comunicar que el tema estaba sobre la mesa con el apoyo de varias fracciones y efectivamente hubo una comunicación con Casa Presidencial.
La fracción en sí.
Yo hablo por la fracción.
Yo hablé con ambos y ahí es donde dan el respaldo para que nos unamos a la iniciativa.
Ehh, diay, pues yo hago la consulta de si podemos apoyar el tema y que si es conveniente, y se nos dice que sí.
Bueno a la fracción...
Casa Presidencial.
La Presidenta y el ministro de la Presidencia.
Tuve el aval de Presidencia.
Así es, literalmente, así fue.
También había aval de Presidencia.
En realidad es uno de un grupo de proyectos que nos parecía elementales.
En realidad se convirtió no necesariamente en “el proyecto”...
Para nosotros, el tema de educación, el tema de desechos sólidos, entre otros eran los proyectos fundamentales.
Bueno, porque en educación lo podíamos sacar...
El tema va mucho más allá de si alcanza la plata o no. Cuando entramos aquí, a la Asamblea, y empezamos a conocer el tema del orden de la casa, fue número uno modificar el cómo se recibe la remuneración. Porque había una serie de remuneraciones como los litros de combustible que se nos otorgan, que se nos paga el celular, el hecho de contar con posibilidades de estar pidiendo comidas con cargo a la Asamblea, el tema del licor, el tema de los viajes... Entonces, nos parecía importantísimo poder no tocar el presupuesto y trasladar gastos a una mayor remuneración y ordenar el tema de cómo se nos paga.
Hasta el final es que nosotros lo llevamos al plenario. En primer lugar solicitamos información sobre los gastos a recortar. Hubo mucha resistencia y atraso en darnos los números. Incluso invitamos a don Guillermo, pero por razones laborales no pudo participar. Pero en ese análisis visualizamos más de ¢1.500 millones para recortar.
Se lo dijimos, pero no pudo venir por razones laborales.
No, no insensibles, lo que pasa es que cuando se toman decisiones a nivel país, no todas las decisiones...
Sí, sin embargo era para nosotros el inicio de una lucha de equiparar los salarios, no solo entre los supremos poderes, sino para tratar de eliminar esa brecha salarial entre el sector público y el privado.
Bueno, porque hubo una razón de mucho peso, que era un fin superior, y era que a través de la opinión pública no se fuera a cuestionar la rectitud y la honestidad de la señora Presidenta de la República.
Nosotros le dimos la tranquilidad de que el proyecto de ley la eximía de esa posibilidad. Sin embargo, se valoró un tema más de opinión pública, de que a pesar de que podía quedar exenta no podíamos exponer a la Presidenta ante lo que pensara la opinión pública.
Cuando se puso sobre escena esa posibilidad no dudamos en enterrar el proyecto de ley.
Nosotros nos reunimos en la Presidencia e hicimos el análisis de la conveniencia.
Exactamente, y de otros temas también. tocamos y valoramos el tema y de inmediato se valoró la inconveniencia para que no se pusiera en duda su honestidad y la Presienta redactó una carta en donde explica el veto.
Nosotros solicitamos un criterio al Ministerio de Trabajo, que nos señaló lo de las pensiones a los expresidentes.
Nosotros heredamos un proyecto que lo tuvimos que reforzar entre las seis fracciones iniciales.
Muchas enseñanzas. Nos queda la enseñanza de buscar siempre los equilibrios. Nos queda de fondo la inquietud de buscar nuevas estrategias de comunicación.
Los jefes de fracción que apoyaron el proyecto me manifestaron que no están dudando de mi pues siempre les di la información correcta. La duda que queda es, más bien, si Casa Presidencial dio un aval y de un momento a otro no lo dio.
Está lesionada.
No, una cirugía mayor. Acá empezamos reuniones de acercamiento y no vamos a desistir de volver a cohesionar la excelente relación con las ocho fracciones.
En realidad no tengo la menor duda de que este tema había que arrancarlo desde el inicio.
Es que no solo visualizamos un aumento.
Siempre vamos a estar en deuda y la única forma de saldarlo es con mucho trabajo. El entusiasmo y la ilusión no se han perdido.
Nunca se me apagó la sonrisa, tampoco perdí mi paz.
He tenido el total apoyo de la señora Presidenta y también de la fracción.