Una buena noticia sobre las dantas en Costa Rica: las que viven dentro del Parque Nacional Corcovado, en Osa –zona sur–, son mucho “más saludables” de lo que se preveía.
El hallazgo es producto de un análisis genético hecho por científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR) desde el 2008 y hasta el presente.
Y es una buena nueva dado que las poblaciones de dantas del país se han reducido drásticamente en número y distribución en los últimos años.
Los expertos encontraron que, dentro del ADN de estos mamíferos, hay todavía una cierta riqueza o variabilidad genética que les sirve de herramienta para enfrentar los embates de enfermedades y la pérdida de hábitat.
Las dantas son los herbívoros terrestres más grandes de Centroamérica. Se alimentan de frutos de palma y de plántulas o brotes de árboles.
Precisamente por esas características es que se dice que cuando hay poblaciones de dantas amplias y saludables, es porque el ecosistema donde habitan se encuentra sano.
Según explicó Ortiz, el estudio genético surgió como un mecanismo para complementar una investigación científica hecha durante 14 años por el biólogo estadounidense Charles Forester, también en ese parque en Osa.
Al final de su estadía en Costa Rica, en el 2004, ese investigador tomó muestras de piel de las dantas en los alrededores de la estación de guardaparques llamada Sirena –ubicada en el corazón de Corcovado–.
Para lograrlo, el estadounidense inclusive se inventó una metodología propia para no tener que dormir a los animales, como sí se hace con otros mamíferos grandes, como los jaguares.
Ese método consistió en lanzarles una especie de dardo pesado que primero ‘pellizcaba’ la gruesa piel de estos animales y, luego, se caía por el peso al suelo con todo y la muestra de piel.
Los científicos de la UCR adoptaron esa misma metodología.
“Esto (la toma de muestras de piel) se hace para no tener que dormir al animal, con los riesgos que eso implica. Además, facilita las cosas porque las dantas son animales muy asustadizos que rara vez se dejan tocar por los seres humanos”, declaró Ortiz.
La piel es una muy buena fuente de ADN, resaltó Gutiérrez, quien añadió que en el pasado se han hecho algunas indagaciones a partir de excrementos de estos animales para obtener ADN, pero es un proceso muchísimo más complejo.
“Actualmente, lo hacemos con jaguares, pero es un procedimiento realmente muy laborioso”, manifestó Gutiérrez.
Una vez que el dardo con la muestra de piel de danta caía al suelo, se recogía y ponía en alcohol.
Luego, estas muestras se trasladaron al laboratorio de la Escuela de Biología de la UCR.
Posteriormente, los científicos viajaron a Brasil para aprovechar el conocimiento de la especialista en dantas Alexandra Sanches.
Sanches ya había realizado un estudio genético similar con la especie de danta de su país llamada
En Brasil se realizó un análisis de unos 12 fragmentos específicos del ADN de estos mamíferos –a los cuales se les conoce como marcadores moleculares–, pues son los espacios donde los científicos buscan diferencias o variaciones entre entre un individuo y otro.
Esta variabilidad se mide por la cantidad de formas alternativas del mismo fragmento, algo a lo que se le conoce como alelos.
“Cuando solo se detecta 1 ó 2 alelos diferentes en un mismo marcador genético, se cree que la población está en riesgo. En el caso de las dantas de Corcovado, encontramos entre 8 y 10 formas alternativas de cada fragmento”, explicaron Ortiz y Gutiérrez.
Este expresó: “Esta cantidad es un indicativo, si bien no una certeza, de que la población podría no estar tan deteriorada como alguna vez supusimos”.
Esto es importante para conocer cómo se reproducen los individuos. Un estudio así, pero en lapas, permitió identificar que son monógamas de por vida.
“En el caso de que haya que hacer un manejo en cautiverio de poblaciones de dantas para garantizar su existencia, ya conoceríamos los patrones silvestres que habría que seguir para reproducirlos
Los expertos esperan estudiar otras poblaciones de dantas en el futuro. Los principales grupos de esta especie están en la cordillera de Talamanca, Parque Internacional La Amistad, Tapantí, Tortuguero y el volcán Tenorio.