Un perro llamado nada menos que
“Fue llamado así precisamente porque es un buscador, como
¿Por qué
“Conocer lo que comen permite saber si los jaguares se alimentan bien o si están desnutridos debido a que la mayoría de sus presas –como chanchos de monte o venados– son víctimas de la caza ilegal”, dijo Javier Carazo, biólogo de la Organización Panthera, quien dirige esta iniciativa.
“Sin embargo, esto tampoco es tan sencillo de hacer ‘a pie’, de allí que el apoyo de un perro será invaluable”, comentó Carazo.
Las heces que
“A partir de los análisis de ADN presente en las heces, esperamos encontrar información sobre los parentescos o la familiaridad que existe entre los diferentes animales; las enfermedades que los afectan y, lo más importante, verificar si el objetivo de crear conexiones entre áreas boscosas –corredores biológicos– en el continente americano funciona de manera correcta”, explicó Carazo.
Agregó: “El hecho de saber que un mismo individuo o parientes cercanos se movilizan de una zona a otra por medio de algún corredor biológico, es muy buena señal”, detalló el biólogo de Panthera.
Los jaguares son los felinos más grandes del hemisferio occidental y los terceros gatos más grandes del mundo.
No obstante, su población ha sido gravemente disminuida por la tala de bosques, así como por la pérdida de sus presas.
Actualmente, la Organización Panthera procura conectar las poblaciones de jaguares desde el norte de México hasta el norte de la Argentina –donde habitan– para que estos mamíferos tengan más libertad de movimiento y de caza.
Además, el programa busca que los animales no se apareen “entre familiares”, lo que podría debilitar su variabilidad genética y, como consecuencia, hacerlos más vulnerables a enfermedades, a alteraciones del clima y hasta una eventual extinción de la especie.
La idea de usar un perro en la lucha por conservar los jaguares se viene gestando desde hace seis meses en la Universidad Católica, en Moravia.