Costa Rica logró que la Organización de Estados Americanos (OEA) elevara ayer al nivel de cancilleres el reclamo contra la presencia de tropas y trabajadores nicaraguense en isla Calero.
Con el apoyo de 22 países, la abstención de siete y el rechazo de Venezuela, Costa Rica consiguió que el Consejo Permanente de la OEA fijara una reunión de mayor rango para el martes 7 de diciembre, diez días después de la fecha solicitada inicialmente.
Las autoridades ticas pretenden así aumentar la presión diplomática contra Nicaragua. El país podría incluso pedir sanciones en ese foro, aunque la OEA carece de mecanismos coercitivos.
Pese a que la delegación costarricense pedía convocar para el 27 de noviembre la cita de ministros de Relaciones Exteriores de todo el continente, las negociaciones entre los miembros y sus consideraciones sobre el conflicto dejaron la programación para el martes 7 de diciembre, en la ciudad de Washington.
El embajador de Costa Rica ante la OEA, Enrique Castillo, celebró la resolución adoptada por el Consejo Permanente, mas reconoció que no coincide con el sentido de emergencia que inspira las gestiones diplomáticas activadas por el país.
“Tenemos urgencia, pero no podemos forzar un proceso y los demás (países) no están de acuerdo en caminar a ese ritmo. Si los países sienten que los estamos empujando, no nos van a ayudar”, comentó Castillo minutos después de las 12:40 p. m. (hora de Costa Rica).
La resolución se adoptó tras abundantes intervenciones de los representantes, entre los cuales destacó el venezolano Roy Chaderton, quien defendió la postura de Nicaragua, cuyo delegado, Denis Moncada, estuvo ausente por la inconformidad de su gobierno con las decisiones de la OEA.
“La OEA no debe manifestarse (a favor de ningún país). Aparenta su inclinación hacia una de las partes en conflicto”, manifestó Chaderton, en alusión a Costa Rica. Lamentó que se hubiera realizado una votación y se dejara de lado el consenso.
Chaderton incluso propuso una moción para suspender la sesión de ayer, pero solo él votó a favor, mientras que 23 países decidieron mantenerla y seis delegaciones se abstuvieron.
“Nos preocupa que las decisiones de los Estados puedan ser sometidas a presiones incorrectas o inoportunas dentro de sus propios territorios y políticas soberanas”, agregó el representante de Venezuela, cuyo presidente Hugo Chávez lidera la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), a la que pertenece Nicaragua.
La ALBA estuvo dividida en la votación de ayer. Bolivia decidió no participar, mientras Ecuador se abstuvo. Incluso Paraguay votó a favor de la convocatoria a los cancilleres.
Los otros miembros que se abstuvieron fueron El Salvador, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Trinidad y Tobago, Dominica y Antigua y Barbuda.
Miembros como México, Perú y Ecuador han apoyado el proceso que Costa Rica lleva en la OEA.