Me aparto de los abundantes –y justificados– mensajes de bienvenida al presidente Barack Obama, para dirigir el mío a otra personalidad mundial que llega hoy a nuestro país: Irina Bokova, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
No importa cuáles sean las circunstancias de su visita, es un honor acogerla en el país. Desde que asumió el cargo, en diciembre de 2009, la señora Bokova ha infundido renovado dinamismo a la Unesco; la ha impregnado de un espíritu abierto y libre; la ha hecho más permeable a las inquietudes y cooperación de la sociedad civil, y ha articulado visionariamente el tradicional mandato de la Organización con las cambiantes necesidades del mundo y los nuevos instrumentos para abordarlas.
A pesar de sus limitaciones financieras, la Unesco es hoy una verdadera organización del siglo XXI, capaz de destacar, proteger y potenciar el patrimonio cultural de la humanidad mientras, a la vez, se abre al desarrollo y difusión del conocimiento y la información.
Visita con tema. Pero tan importante como su aporte general es el motivo de la visita: encabezar mañana, junto a la presidenta Laura Chinchilla, la celebración universal del Día Mundial de la Libertad de Prensa, que este año cumple su vigésimo aniversario, y entregar el Premio Unesco Guillermo Cano de Libertad de Prensa. En este contexto, además, se desarrollará una conferencia internacional de tres días, titulada “Hablar sin miedo” y dedicada a la seguridad de los periodistas y la lucha contra la impunidad de sus agresores.
Más de 400 periodistas, académicos, activistas digitales, funcionarios oficiales y representantes de organizaciones no gubernamentales de todo el mundo se unirán a las actividades. Destacan, entre muchos otros, los relatores para la libertad de expresión de las ONU y la OEA, Frank La Rue y Catalina Botero, respectivamente; el magistrado presidente de la Corte Suprema de Brasil, Joaquim Barbosa, y el secretario del Interior de México, Juan Carlos Gutiérrez Contreras.
Además, habrá representantes del más alto nivel de organizaciones como Reporteros Sin Fronteras, el Comité para la Protección de Periodistas, la Sociedad Interamericana de Prensa, asociaciones nacionales de periodistas y otras organizaciones impulsoras de la libertad de expresión
Día y premio. El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue establecido por decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, a petición de la Unesco.
Se fijó el 3 de mayo para conmemorar la fecha en que un amplio grupo de periodistas africanos había aprobado dos años atrás, en la capital de Namibia, la “Declaración de Windhoek”, un claro llamado al impulso de las libertades de expresión y prensa en ese continente.
Cuatro años después, el Consejo de la Organización creó el premio Unesco Guillermo Cano, que honra la memoria del destacado periodista y exdirector del diario colombiano El Espectador, asesinado por sicarios del narcotráfico en 1986. Lo otorga un jurado independiente a una persona u organización que haya contribuido, “de manera notoria”, a la defensa o promoción de la libertad de prensa.
La nueva ganadora es la periodista etíope Reeyot Alemu, tenaz defensora de los derechos humanos y la libre expresión, que en la actualidad guarda cinco años de prisión en su país. Su caso es representativo de los riesgos que enfrentan los periodistas y comunicadores (profesionales o no) en diversas regiones del mundo, sea como resultado de conflictos, gobiernos despóticos, grupos fanáticos, terroristas o delincuentes organizados.
Cómo afrontar esos riesgos y mejorar la seguridad de los comunicadores, y cómo combatir la impunidad de quienes los persiguen o asesinan, serán las dos grandes interrogantes a la que se abocará la conferencia internacional.
Reconocimiento. La selección de Costa Rica como sitio para esta celebración universal es un doble reconocimiento explícito: a la vigencia de la libertad de expresión como práctica de nuestra vida cotidiana, y al liderazgo nacional en la promoción y defensa de ese principio a escala global, particularmente en el seno del Sistema Interamericano. Somos parte, además, de los países que impulsamos un Internet libre, y que creemos necesario aplicar a la red las mismas garantías y derechos que se reconocen a formas más tradicionales de comunicación.
Todas estas son convicciones e iniciativas que comparten la Unesco, como organización, y particularmente la directora Irina Bokova, exparlamentaria y exministra de Relaciones Exteriores de Bulgaria, y primera mujer en liderar la organización.
La bienvenida a ella es, también, una acogida a los participantes en la conferencia y la celebración, y una forma de renovar el compromiso del país con la libertad de expresión.