Se encienden los motores y el ruido ensordecedor hace comprender que en esta pista solo hay espacio para la velocidad y la adrenalina. Lo mejor: acá no hay infracciones ni elevadas multas de tránsito.
Se trata de Go506, una nueva opción de
En este lugar usted mete la chancleta para acelerar, chocar con otros autos, derrapar, en fin, siente la misma adrenalina que los pilotos de Fórmula 1 experimentan en sus campeonatos. Claro, la seguridad de los conductores está resguardada.
Precisamente, en estos pequeños autos (de 10 caballos de fuerza y 270 centímetros cúbicos), la sed por la velocidad se apodera de los pilotos y, en un abrir y cerrar de ojos, se olvidan las reglas de seguridad vial.
Luego de colocarse un casco de protección y una cuellera, abrocharse el cinturón de seguridad y recibir algunas instrucciones básicas, con el pie en el acelerador arranca un recorrido por una pista de cemento, cuyo trayecto lo asegura una pila de llantas que funcionan de barrera.
En Go506, usted puede pagar ¢7.000 por un
Una vez que se da el banderazo de salida, cinco pilotos (que es el número de autos que pueden transitar a la vez) dan paso a un recorrido a prueba del aburrimiento. En el auto no queda más que preocuparse por acelerar, frenar o dirigir la manivela para un lado u otro, a merced de lograr mejorar un tiempo o cumplir con un número de vueltas.
Para ser justos con todos los pilotos, hay tres opciones de pista. Una es ideal para novatos, la cual presenta algunas curvas sencillas de maniobrar. La otra es para quienes se animen a aumentar la velocidad. En esta se recorre el 80% de la pista y la velocidad máxima puede llegar hasta los 50 kilómetros por hora.
Finalmente, los expertos podrán recorrer la pista completa y llegar a los 60 km/h.
Y como en Go506 se vale de todo, ni la lluvia es impedimento para sacarle provecho a este entretenimiento.
“La pista está abierta hasta altas horas de la noche. No importa si hace sol o está lloviendo. En este último caso, se le entrega una capa de motociclista a cada corredor para evitar que se moje. Muchos, al principio, se sienten intimidados de recorrer la pista bajo la lluvia, pero luego de la primera vuelta parece que nadie se quiere bajar del auto”, relató.
Pero la diversión no solo está en la pista. El lugar ofrece una cafetería, mesa de
La edad para montarse en un
Embarrialados, porque había llovido antes de nuestro recorrido, volvimos a la realidad. Abordo de un auto de mayor tamaño y sobre las calles josefinas, dejamos abierto el deseo de volver a faltar a la normativa vial, eso sí, siempre y cuando viajemos en un