Mientras los creyentes cristianos de todo el mundo celebran cada 24 de diciembre la Nochebuena, el médico Jorge Alberto Gazel Rojas ha dedicado 33 de sus 63 años a darles la bienvenida a cientos de niños que comparten su fecha de nacimiento con Jesucristo.
Como médico ginecoobstetra, Gazel ha pasado la Navidad y el Año Nuevo atendiendo cientos de partos en el Hospital de las Mujeres Adolfo Carit Eva.
Los quejidos de las mujeres en proceso de ser madres y los llantos de los recién nacidos, son la banda sonora de esas noches donde la verdadera celebración, según Gazel, es el inicio de la vida.
“El obstetra que ama su profesión festeja la Navidad todos los días con el nacimiento de un bebé. Es un trabajo muy gratificante y es un enorme placer poder ayudar a todas estas mujeres a convertirse en madres”, dijo.
La jornada del doctor Gazel es vespertina y diurna: empieza a las 4 p. m. y finaliza a las 7 a. m. del día siguiente. Y si bien el trabajo en un hospital siempre es ajetreado, la especialidad de Ginecología y Obstetricia trae muchas sorpresas, asegura Gazel.
“Puede estar muy tranquila la noche, pero en cualquier momento se presenta una emergencia calificada y hay que atenderla con sumo cuidado, pues está en juego la vida de dos personas”, declaró.
Además, según el galeno, la alegría de una madre al recibir a su hijo compensa las noches festivas fuera de casa y en ausencia de sus seres queridos. “Los médicos no debemos perder de vista que las pacientes no son números, sino seres humanos con una historia, con un entorno, y ese es el enfoque que debe tener la atención que les brindemos”. Aunque ya perdió la cuenta de cuántos niños han saludado la vida en sus manos, este médico recuerda con especial cariño el nacimientos de sus tres sobrinos, que ya tienen más de 20 años. Este 24 de diciembre, el médico, de hablar pausado y sonrisa amable, estará una vez más a la espera de aquellas criaturas que empezarán su camino por la vida en esa fecha.