Que se le otorgue el rango de basílica menor al santuario de la Virgen de Ujarrás, en la ciudad de Paraíso, es el objetivo del obispo de Cartago, Francisco Ulloa, quien gestiona el reconocimiento ante el Vaticano.
La petición de Ulloa se sustenta en el hecho de que la Virgen de Ujarrás fue la primera advocación de la Virgen María que se veneró en Costa Rica, en la época colonial.
Su imagen está investida por la corona pontificia, dada por Pío XII, quien envío al cardenal De la Torre a ceñírsela el 27 de abril de l955. También es la capitana de la Fuerzas de Seguridad de Costa Rica.
El sacerdote le ofreció esta intermediación a la feligresía paraiseña durante la romería con la imagen a su antigua ermita, conocida como las Ruinas de Ujarrás, en el valle del mismo nombre.
El templo de Paraíso se encuentra en una etapa avanzada de reconstrucción, cuyos trabajos podrían concluir el próximo año, si se encuentran los recursos. Sin embargo, ya se realizan oficios religiosos en su interior.
Solo hay dos. Aunque muchos identifican el templo de Paraíso como basílica, solo hay dos iglesias en la provincia de Cartago que tienen ese rango concedido por la Santa Sede: la basílica menor de la Virgen de los Ángeles y la de la Inmaculada Concepción de María, en Tejar de El Guarco.
La basílica de los Ángeles obtuvo el reconocimiento en julio de l935, por Pío XI. El firmante del decreto fue el cardenal Eugenio Pacelli, quien años después sería ungido como el papa Pío XII.
La veneración centenaria de los costarricenses a La Negrita fue la razón principal para darle ese rango, según explicó el historiador religioso y vocero de la diócesis de Cartago, Carlos Oreamuno.
En su libro Nuestra Señora de los Ángeles, Patrona y Reina de Costa Rica , Oreamuno asegura que los fieles católicos saben poco sobre lo que es una basílica.
“La Santa Iglesia concede a veces el título de basílica a algunos templos, pero por un corto periodo de años, concesión que por lo tanto no se debe confundir con el título perpetuo de basílica”, explicó Oreamuno.
El experto detalló que las iglesias que han calificado para esa nomenclatura eclesiástica suelen ser templos insignes de la cristiandad, ya sea porque contienen reliquias de gran valor, por las afluencias de peregrinos, o por su antiguedad o magnificencia.
Asimismo, distinguió dos tipos de basílicas. Hay de la categoría menor en distintas partes del mundo, mientras que de las mayores solamente hay cinco y todas están ubicadas en Roma.