Las autoridades del Museo Nacional anunciaron ayer la puesta en marcha de una estrategia para la restauración y conservación de las esferas de piedra precolombinas ubicadas en los sitios arqueológicos de la zona sur.
Las medidas serán tomadas en respuesta a un diagnóstico realizado por el restaurador italiano Emiliano Antonelli, quien visitó Costa Rica para evaluar a fondo el estado de conservación de las esferas y asesorar a los expertos del Museo Nacional en el tema.
El diagnóstico profesional es un punto clave que debe ser incluido en el expediente que formula Costa Rica para postular las esferas como parte de la lista de patrimonio mundial de la Unesco.
En total se analizaron 34 esferas en el cantón de Osa, 25 de las cuales tienen como “residencia” los sitios arqueológicos Finca 6, Batambal, El Silencio y Grijalba.
Antonelli determinó que 13 de ellas están en condición grave y requieren una intervención inmediata; 7 están en estado regular y solo 5 se mantienen en buen estado.
Según confirmó la restauradora del Museo Nacional, Ana Eduarte, la primera medida que se tomará con carácter urgente es proteger las esferas que están más dañadas de sus principales enemigos: el sol y la lluvia. “Les colocaremos una estructura similar a la que se utiliza en los viveros, de modo que queden protegidas contra los agentes ambientales, pero a la vez sean visibles y tengan una adecuada ventilación”, declaró.
Eduarte afirmó que esta es una medida provisional, pues la solución definitiva es que áreas de vegetación funjan como una barrera protectora natural.
“Lamentablemente, esos terrenos fueron devastados de su vegetación original para instalar ahí las fincas bananeras y esto dejó a las esferas desprotegidas a la intemperie”, dijo Eduarte. Sin embargo, aún deben definir con los expertos en Biología el tipo de plantas que se sembrarán.
Por su parte, Antonelli recomendó a los expertos costarricenses una serie de productos específicos para cada uno de los procedimientos de restauración.
“Los productos están diseñados para tener efectividad en un clima como el de Costa Rica. Pero se van a probar primero en muestras de piedras que fueron extraídas de la zona”, declaró.