Las que sufrieron un abuso mayor, tienen tres y hasta cuatro veces más probabilidad de tener un hijo con ese síndrome que las que no experimentaron una situación de ese tipo.
Así, este estudio, que analizó los datos de más de 50.000 mujeres, identifica un nuevo factor de riesgo ligado al autismo que no se conocía previamente, dijo Andrea Roberts, investigadora de esa unidad académica.
Además, sugiere que una situación traumática de este tipo no solo es perjudicial para la víctima que lo experimenta, sino que incrementa el riesgo de discapacidades en las futuras generaciones.
Riesgos adicionales. Los investigadores también descubrieron que las mujeres que habían sido abusadas eran más propensas a tener alguno de nueve factores que en estudios anteriores han sido ligados a un mayor riesgo de tener hijos con autismo. Entre estos riesgos figuran diabetes gestacional, tabaquismo, preeclampsia y otros.
Sin embargo, la presencia de estos factores en las mujeres que habían sido víctimas de abuso en su niñez solo aportó un 7% del mayor riesgo de tener un hijo con autismo.
Por eso, consideran que los efectos a largo plazo de un abuso en el sistema biológico de la mujer son los responsables de este incremento en las probabilidades. No obstante, se requiere más investigación al respecto.