Para proceder a la eutanasia se siguió un protocolo de anestesia. “Se empleó un sedante, un tranquilizante y después una anestesia general”, explicó Sánchez.
Según señaló el representante de Senasa la mayor parte de las aves sacrificadas tenían lesiones fatales y algunas llegaron muertas.
Este procedimiento para darles una muerte humanitaria a los animales está autorizado por la Organización Mundial de Servicio Animal (OIE).
Los motivos que avalan esta decisión y descartaron la posibilidad de la cura de los gallos heridos son epidemiológicos.
“Los gallos de pelea tienen un origen desconocido, su estado actual es indeterminado, existe un riesgo muy alto de que porten enfermedades aviares”, aclaró Allan Sánchez.
Asimismo, apuntó que el gallero en el que que se desarrolló el operativo se organizaban combates internacionales, lo que es factor a tener en cuenta.
Según el experto se tratan de infecciones en las que existe una probabilidad de contagio en más de 75% de los casos y la tasa de mortalidad muy alta.
"Los cuerpos de los animales sacrificados fueron enviados a una planta de destrucción", precisó.