Cuando Juan Carlos Lozano contesta por qué se fue y por qué regresó, su respuesta es directa: “Fue por miedo”.
El fracaso discográfico de su segundo álbum como Morbo, lo llevó a dirigir su mirada a otro ámbito, muy lejos de la música.
Tras casi seis años de ausencia, el mexicano regresó más maduro y reflexivo, y reconoce que fue ese mismo sentimiento el que lo hizo volver, pues no quería seguir viviendo sin hacer lo que le llena y apasiona.
“En el 2004 saqué un disco que musicalmente es de mis favoritos, pero comercialmente no le fue bien. Era un periodo en el que las disqueras se enfrentaban a la crisis y solo apostaban a repetir fórmulas que ya habían probado. En mi caso no lo iba a hacer, entonces me alejé y fundé una empresa de promociones”, señaló el cantante, con quien conversó
Eso sí, quien fuera vocalista de Moenia en sus inicios recalca que su nueva producción no ha sido motivada ni inspirada en el miedo, sino ha sido el deseo en documentar sus vivencias en ese sentido.
“Empecé a ver, en otras personas, cómo abandonaban lo que era realmente importante en sus vidas. Por eso me cuestioné muchas cosas yo mismo como: qué había dejado de hacer por miedo, qué decisiones tomé por miedo... Y así me di cuenta de lo destructivo que para mí estaba haciendo no hacer música”, confesó el intérprete de A
Así decidió ingresar al estudio con el deseo de retomar lo que había dejado y enfrentar sus propios miedos. Ese fue el comienzo de
“Cuando me metí al estudio lo hice pensando en el tercer disco de Morbo, pero me di cuenta que este disco era muy personal, muy biográfico –y sí, sé que esto suena a cliché porque todos los artistas dicen lo mismo de sus nuevos discos, pero en mi caso así era–, entonces decidí que se llamara como yo, Juan Carlos Lozano por más poco comercial que sea mi nombre”, bromea.
El cantautor explica que el título de
Sobre el sonido del mismo, Lozano admitió que echó mano de todo lo que tenía a su alcance: desde sonidos en un iPad hasta instrumentos como el piano o el ukulele.
“La única regla que me impuse fue no secuenciar o programar nada”, señaló el mexicano.
Reconoce que la parte en la que más se traba es a la hora de componer las letras, pero que lo que siempre buscó fue tratar de lograr algún tipo de conexión con quien las escuchara.