Bruselas. AFP. El empresario belga-estadounidense Michel Desaedeleer murió en prisión en Bélgica, antes de ser juzgado por “crímenes de guerra” y “crímenes de lesa humanidad” por supuesto tráfico de diamantes durante la guerra en Sierra Leona, informó este jueves la justicia belga.
“Falleció en la noche del martes 27 al miércoles 28, al parecer, de causa natural”, en prisión, indicó a la AFP un portavoz de la Fiscalía de Bruselas.
Desaedeleer, de 65 años, había sido detenido en Málaga (sur de España) en agosto del 2015, cuando se disponía a viajar a Estados Unidos, donde residía. Poco después, fue trasladado a Bélgica y, desde entonces, se encontraba en prisión preventiva.
Trabajos forzados. El hombre estaba acusado de extraer piedras preciosas y de introducirlas en el mercado comercial entre diciembre de 1999 y enero del 2000, así como de forzar a varias personas a trabajar, detalló entonces la Fiscalía.
Cinco de los sierraleoneses que fueron sometidos a trabajos forzados lo denunciaron ante la justicia belga en el 2011.
Los diamantes extraídos financiaron la guerra civil que asoló Sierra Leona entre 1991 y el 2002, ya que, para los rebeldes, este era “un medio para financiar su guerrilla” y, para Desaedeleer, representaba “un interés puramente económico”, había indicado el Ministerio Público.
“Su juicio debía celebrarse en un futuro próximo en Bruselas y habría sido el primero de la historia por tráfico de recursos naturales, calificado como crimen internacional”, lamentó la ONG suiza Civitas Maxima, encargada de defender a las víctimas de crímenes de guerra.
Su detención. Esta organización explicó en el 2015 que la detención de Desaedeleer fue la primera de un empresario “por su implicación en dos crímenes internacionales de saqueo de ‘diamantes de sangre’ así como de esclavitud de civiles”.
El nombre de este empresario ya fue mencionado en el año 2000 en un informe de la Organización de Naciones Unidas sobre el tráfico de diamantes en Sierra Leona.
Este informe indica que Desaedeleer firmó, en 1999, un acuerdo con los rebeldes sierraleoneses del Frente Revolucionario Unido.
Gracias a ese convenio, a él le fue permitido explotar las minas de diamantes del país y revender las piedras al extranjero.
Interrogado por un periodista de la revista estadounidense Newsweek en el 2000, el empresario insistió en la legalidad del mencionado contrato.
La guerra civil en Sierra Leona fue de las mas mortíferas de la historia africana reciente, con 120.000 fallecidos y la recurrente utilización de niños soldados.