Toronto (Canadá), 15 ago (EFE).- Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció hoy que los medicamentos para tratar el virus del sida destinados a la población infantil cuestan seis veces más que los productos equivalentes para adultos.
En la segunda jornada de la XVI Conferencia Internacional sobre el Sida que se celebra hasta el viernes en la ciudad canadiense de Toronto, MSF divulgó dos estudios que destacan el buen resultado de los tratamientos antirretrovirales para niños en países en desarrollo y el elevado precio de los medicamentos.
MSF indicó que los costes de las fórmulas pediátricas son hasta seis veces mayores que los de los productos equivalentes suministrados a los adultos.
Como ejemplo, MSF puso el caso del zidovudine. El coste anual del tratamiento para adultos es de 175 dólares al año y aunque la cantidad del ingrediente farmacéutico activo es más de un tercio superior a la del jarabe para tratar a niños, el precio de este último es de 215 dólares.
MSF indicó que el jarabe no debería costar más de 40 dólares.
Fernando Pascual, uno de los integrantes de la delegación de MSF en la cumbre de Toronto, señaló a Efe que esta cifra a veces es hasta 12 veces superior, pero que eso no es lo más grave de la situación.
"El problema más grave es que los medicamentos no están diseñados para la infancia, porque en Europa y Norteamérica los niños no nacen ya con sida", afirmó Pascual.
El resultado es que "tenemos que utilizar tabletas de adultos y partirlas" para lograr la dosis requerida para la población infantil.
En todo el mundo se calcula que 2,3 millones de niños viven con el virus VIH, la mayoría en el Africa subsahariana.
Nueve de cada diez nuevas infecciones en niños son el resultado de la transmisión de madre a hijo.
Además, sólo un 5 por ciento de los cerca de 600.000 menores que necesitan urgentemente tratamiento reciben medicamentos para combatir la infección.
MSF también denunció que no existen pruebas adecuadas para diagnosticar a los niños, ya que los métodos de detección de anticuerpos usados en adultos no son exactos para los más pequeños.
Y ello a pesar de que, según los datos de un estudio de MSF, su tratamiento, incluso en ambientes con una extrema pobreza de recursos, logra excelentes resultados.
De los 3.754 niños que están incluidos en trece programas de tratamiento de MSF en 14 países, un 80 por ciento seguían con vida y continuaban su terapia 24 meses después de iniciar el proceso.
"Sabemos que tratar a los niños funciona, pero con mejores herramientas podríamos tratar muchos más. Y vemos que el número de niños nacidos con HIV constantemente crece en Africa, porque las futuras madres no tienen acceso a cuidados", afirmó el doctor Moses Masaquoi, también de MSF.
La organización indicó que en niños que pesan menos de 10 kilogramos la solución de dividir las pastillas de los adultos no funciona, por lo que se tienen que utilizar jarabes que son difíciles de medir, tienen un mal sabor, ocupan un gran volumen y necesitan refrigeración.
Todas esas circunstancias dificultan su uso en áreas rurales, explicó la organización.
MSF reclamó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef tomen cartas en el asunto.
"La falta de guía por parte de la OMS está haciendo que el tratamiento de los niños sea incluso más confuso y hace tres años algunas indicaciones claras podrían haber ayudado a evitarlo", dijo Pascual.
La organización también ha denunciado que el elevado precio de las nuevas medicinas dispara el coste de los tratamientos y amenaza la continuidad de los programas de tratamiento. EFE
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