Una investigación sobre los roles, demandas y percepciones actuales de la maternidad, a partir del famoso caso de la persona transgénero Luis Gerardo Mairena , a quien el Juzgado de Niñez y Adolescencia le concedió la custodia de un niño desde hace nueve años, concluye que la maternidad tradicional está en crisis y que la idea de un “instinto” materno es tan solo una idealización.
Esa es una construcción imaginaria acerca de una función social que cumplen las madres, pero, si se revisa la historia, ese concepto de familia nuclear, con esos lazos supuestamente naturales e instintivos, es parte de una producción de la sociedad para organizarse, no es algo biológico. Hay millones de ejemplos en la historia humana de que no existe una maternidad natural, ni un instinto maternal ni paternal; son instituciones construidas para sacar adelante a las nuevas generaciones.
Hoy estamos viviendo una etapa de transición. Por un lado, está la tradicional: todavía hay amas de casa que crían a los hijos, los ayudan con las tareas; pero, también hay quienes no soportan el peso de la maternidad tradicional, que han tenido hijos porque la cultura los ha empujado a esto; pero, en las condiciones actuales, debilitados los programas sociales dirigidos a darle apoyo a esa maternidad tradicional, se les hace terriblemente duro admitir la institución de la maternidad. Por otro lado, las mujeres más jóvenes están tomando la decisión de no poner la maternidad como su prioridad en la vida.
Sí, la crisis implica precisamente una transición. Está en movimiento, en deterioro, pero no significa que se haya extinguido.
El rol de proveedor, en muchos casos, es asumido por las mujeres. Eso es un cambio, claro (hay) un mayor peso para ellas; pero puede haber también un cambio positivo: hombres que quieran construir una paternidad diferente , más abierta, expresando sentimientos.
Una de las principales conclusiones de estudio es que la población tiene claro, en su inconsciente, que la maternidad no está atada a un sexo ni a un género, cualquier ser humano puede convertirse en una buena madre. La maternidad es una ficción que hemos construido porque la consideramos necesaria, y se les atribuyó a las mujeres, así como a los hombres se les atribuyó el rol de proveedor. No está atado a lo biológico.
“No todas las mujeres son buenas madres, un hombre puede ser muy buena madre, una persona transgénero puede ser una muy buena madre”.