Una linda sonrisa es un signo claro de bienestar, pero el mal estado de dientes y encías puede ser el primer indicativo de que algo está fallando en el organismo.
En los últimos años, diversas investigaciones han señalado la interrelación entre la salud bucodental y la corporal, por lo que los especialistas decidieron destacar este tema durante el I Congreso Internacional de Odontología que concluyó ayer en San José.
“La boca constituye una de las partes del cuerpo con mayor concentración de microorganismos y no es un sistema aislado, cualquier suceso que aparezca ahí repercutirá en el resto del organismo, alterando, transmitiendo y potencializando cualquier otro padecimiento sistémico”, indica la doctora Gina Murillo Knudsen, máster en Biología y Bioquímica Oral.
De acuerdo con Murillo, nueve de cada 10 costarricenses mayores de 18 años presentan algún problema en sus encías, y se ha comprobado que algunos de estos tienen correlación con enfermedades como hipertensión o diabetes.
Los especialistas recomiendan estar atentos a cualquier señal de alerta, como sangrado o inflamación de encías, pues podría acarrear mayores problemas a futuro.
“Muchos pacientes andan en la calle sin saber qué padecen, y son diagnosticados luego de una consulta con el odontólogo. Llegan al consultorio y al hacerles exámenes, se les descubre síntomas de males mayores”, reconoce el doctor José Manuel Fernández, director Académico del Colegio de Cirujanos Dentistas de Costa Rica, organizador del Congreso.
Durante la actividad también se resaltó el papel de los odontólogos en la detección temprana del cáncer de boca y garganta.
“En la boca pueden observarse manchas blancas o rojas, algunas libres de síntomas, como dolor o ardor. Si hay lesiones en encías, labios, paladar, lengua, piso de boca o la parte interna de las mejillas, con más de 15 días sin cicatrizar, podría ser necesario solicitar una biopsia”, añade Fernández.