Tras la sentencia, el año anterior, que obligó al Banco Citi a indemnizar a un cliente por acoso telefónico debido a insistentes llamadas para ofrecerle una tarjeta de crédito, la entidad hizo cambios en su forma de captar nuevos usuarios.
Entre ellos, la empresa levantó una lista con las personas que piden no ser contactadas de nuevo por la fuerza de ventas, detalló Marcelo Gorrini, argentino, quien ocupa la gerencia de la entidad desde hace siete meses.
Él reconoce que el fuerte de la institución es la banca corporativa y los tarjetahabientes, por eso vendieron la cartera de vivienda.
Fueron condenados por acoso a un cliente, ¿qué piensan hacer para limpiar esa imagen?
Definitivamente, fue una situación desafortunada y hoy tenemos un listado de clientes a no llamar, que nos piden no ser llamados.
¿Ese cambio lo hicieron a partir de esa sentencia?
Lo hacíamos antes y, desde ese momento (del fallo), se puso muchísimo más foco en tener un listado de esos clientes que no quieren ser contactados por teléfono o a través de cualquier otro medio. Hay que ponerlo en perspectiva de que este fue un caso versus 200.000 clientes que atendemos todos los meses.
Compraron los bancos Cuscatlán y Uno, pero luego vendieron parte del negocio. ¿Por qué?
Nuestra visión es de largo plazo. Eso significa que permanente analizamos los negocios, los que adquirimos o los que tenemos para ver si realmente es donde Citi puede dar un valor agregado.
Se deshicieron de la cartera de crédito para vivienda, ¿sintieron que ya estaba dominado?
Claro, los bancos estatales lo hacen muy bien... y de una manera exitosa. Citi sentía que no podía dar un mayor valor agregado a la clientela local.
Cuando se dio la llegada de bancos globales se creó una expectativa de que se comerían a los locales. ¿Qué pasó?
Depende como uno lo mire. En el segmento corporativo ahí realmente tenemos una participación de mercado grande.
¿Tendrá relación con la cultura regional? A los bancos colombianos les ha ido bien.
Tenemos más de 100 años en la región, la conocemos. Creo que podemos tener lo mejor de dos mundos. Gente latina manejando los países, que conocen la idiosincrasia y la cultura de la región, conocemos los clientes y regulaciones.
Es el cuarto gerente en cinco años, ¿por qué tanto cambio?
Llevo siete meses en el país, vengo de estar casi cuatro años en Panamá. Mi antecesor estuvo dos años y medio lo cual es razonable. Pensar en tres o cuatro años en estos puestos es algo razonable.